Por Nicolás Bozonchuk (@nicobozonn).

Luego de varios coqueteos con la prensa y guiños al hincha, Gonzalo Martínez cumplió con su palabra y volvió a vestir la camiseta de River. El surgido en las inferiores de Huracán llegó en este último mercado de pases para reforzar el mediocampo, y se especulaba que su debut sería en las instancias finales de la Copa Libertadores. Eso se esfumó después de la eliminación en Porto Alegre frente a Inter, y luego de su paso por el fútbol de Arabia, el "Pity" vino para sumar y recuperar su plenitud futbolística.

Hoy ante Banfield tuvo su re debut ingresando desde el banco y dejó buenas sensaciones, jugando con alegría e inteligencia a la vez, algo que pocos hacen. Se hizo cargo de la pelota en los peores momentos de River, transmitiendo ese liderazgo que falta dentro del campo.

Pasaron 1736 días, 248 semanas y 56 meses en el triunfo ante Kashima Antlers por 4-0

En su primer ciclo le costó ganarse el amor de la gente, pero el destino quiso que él sea el autor del gol consagratorio en la final más importante de la historia de River. El "Héroe" de Madrid acumuló 162 partidos en su primer ciclo, marcando 35 goles (varios de ellos golazos), y 34 asistencias. Jugador con carácter, de partidos importantes, donde no le pesa el contexto ni nada. Hasta se animó de agarrar esa pelota que quemaba para alivianar la tensión en Arena do Gremio y sellar a las 95 minutos la clasificación a la final ante Boca.

Llegó el 20 de enero del 2015 y se cansó de levantar títulos. Dos Copa Libertadores, dos Recopa Sudamericana, Suruga Bank, dos Copa Argentina y una SuperCopa Argentina. Poquitos titulos, ¿no? El ex Al-Nassr retornó a la institución para seguir sumando con esta camiseta que aprendió a querer gracias al apoyo y cariño de la gente.

Cuando llegó a River en el 2015 se adueñó de la 10, pero hoy, con la flamante incorporación de Manuel Lanzini, tuvo que conformarse y quedarse con la 18