River tenía un comienzo irregular en 2018 que cambió luego de la Supercopa ante Boca y el Muñeco recordó ese año y el siguiente que terminó con un sabor amargo.

Posiblemente entre los años 2018 y 2019 hayan sido los momentos donde el equipo de Marcelo Gallardo demostró mayor superioridad futbolística. Justamente en el primero ganó la Libertadores Boca y en el siguiente volvería a llegar a la última instancia pero terminaría yéndose derrotado.

El Muñeco recordó como vivió esos dos momentos y remarcó lo difícil que fue aceptar el proceso de relajación tras haber conseguido la gloria eterna en Madrid y ante el eterno rival.

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"Tiene que ver con el aprendizaje con lo que vamos viviendo, lo que vamos sintiendo. Haber llegado a la final de la Copa del 2019 con lo que habíamos vivido en la final anterior, estar a cinco minutos de ganarla nuevamente. Esa final tiene mucho mérito más allá de haberla perdido y por la forma que se dio. Seguimos empujando algo que pudo ser un año sabático futbolísticamente hablando", comenzó Gallardo recordando el 2019 que tuvo a River perdiendo la Libertadores ante Flamengo.

El técnico manifestó que sabía que el equipo podía entrar en relajación y que buscó respuesta en el presidente del club: "Cuando volvíamos de Abu Dabi lo único que queríamos era volver a estar con los nuestros, con nuestra gente. Era normal el momento festivo, la emoción que se vivía más allá de no salirnos rápidos para meternos en el Mundial. No teníamos que haber llegado a los penales, toda esa adrenalina nos pasó factura, no pudimos hacer el corte. Nos quedamos amargados por no jugar esa final. Ya en la vuelta, desinflados, con el regreso, le dije a Rodolfo D´Onofrio ´¿cómo seguimos´".

De hecho el 2019, el Más Grande lo arrancó con tres derrotas al hilo a lo que el Muñeco manifestó: "Ese campeonato teníamos muchos partidos pendientes y los empezamos perdiendo. Tras perder con Defensa, Patronato y Unión, era duro después de vivir lo que habíamos vivido, no quería atravesar eso que nos pasó. Le decía a Hernán, a Matías, teníamos que prepararnos mejor porque sabía que iba a pasar, me castigaba porque estaba pasando pero era un proceso normal. Si seguíamos así íbamos a tener un año malo, después cambio el proceso. No acepté perder esos partidos".

En diálogo con TyC Sports, también recordó la final de Madrid: "Era una irrealidad en el mundo del fútbol, primero porque no se permitía y después porque no se había dado nunca. Claramente era una irrealidad vivir una situación así, no había antecedente alguno. En el mundo del fútbol, ninguna definición de su máxima competencia, por eso ganarla fue hermoso. No tiene nada de malo decirlo, uno lo vive de esa manera. También hubiera sido muy duro no quedarnos con ese trofeo, claramente marca porque no había pasado en la vida"

"Eso fue un gran gesto que tuvieron los jugadores, Leo y Jony que eran los capitanes. Sentí un halago muy grande, esto habla de la calidad humana de estos chicos que en un momento así, donde es su momento porque son los protagonistas principales, se prestaran a hacerme partícipe de esa coronación habla de su calidad humana. Me sentí totalmente honrado por los jugadores", concluyó el recuerdo.