Al zaguero de La Banda le tocó reemplazar a Adalberto Román, quien había tenido una noche para el olvido ante Atlético Tucuán y quedó marginado del encuentro frente a Guillermo Brown, debido al bajo nivel que demostró el domingo pasado.

Fue un partido muy duro para la defensa millonaria. El viento no estaba a favor, hubo mucho choque, se jugó al límite y en ningún momento los jugadores podían relajarse, ya que los contraataques eran muy frecuentes.

Sin embargo, Ferrero estuvo a la altura del enceuntro. Llegó a tiempo a cortar varios avances locales, estuvo sólido en el juego aéreo y cuando había peligro en el área, prefirió no complicarse tirando la pelota afuera. Además, en algunas ocasiones se adelantó para ayudar a Ezequiel Cirigliano en el medio campo.

El marcador central de 32 años organizó al equipo y le demostró a Matías Almeyda que merece conservar la titularidad, acon la cabeza en el importante partido que se viene, ante Rosario Central, en el Monumental, por la decimosexta fecha de la B Nacional.

Por Ignacio Román