Cuando vivía su mejor momento, Felipe Peña sufrió una dura lesión y, mientras se recupera, resaltó la importancia de toda la delegación.

Siempre en momentos bravos, Felipe Peña tuvo que ponerse los botines y salir a jugar. El futbolista de River resaltó la importancia de Sandra Rossi y el resto del plantel tras su lesión sufrida en el duelo ante Patronato.

El pasado 7 de noviembre el Más Grande jugaba en el Monumental y, en apenas unos segundos del partido, el joven jugador hizo un mal movimiento que derivó en la rotura de ligamentos cruzados de su rodilla derecha.

"La realidad es que no me puedo tomar descanso: con una lesión como la mía, parar un par de días es un montón. Así que sigo yendo a kinesiología y me sigo entrenando. Por suerte, estamos mejorando", comenzó Felipe Peña.

El juvenil manifestó que fue difícil aceptar la lesión y que se apoyó mucho en parte del cuerpo técnico: "Es clave en esta parte de la rehabilitación. Y para hacerlo me apoyé en Sandra Rossi, en Mariela, en Pablo Nigro. Siempre hablo. Y también trabajo el tema con un psicólogo deportivo con el que estoy desde chico, Gustavo Ruiz".

En diálogo con Olé, destacó la presencia de sus compañeros: "Que se hayan acercado para darme su apoyo, me hayan mandado mensajes privados u ofrecido su hogar para ir a pasar el rato si algún día estoy bajoneado, me dio mucha fuerza. Todos, los más grandes, los más chicos, los que recién llegaron, me hablaran. Y me explicaran que si necesitaba algo, allí iban a estar. Esos mensajes fueron un mimo al alma".

Para cerrar, contó la frase que le dijo uno de sus compañeros que lo fortaleció: "Me acuerdo de algo que me dijo Zuculini: ´Vos tenés que venir todos los días a entrenarte acá porque sos un ejemplo para nosotros´. Y que eso venga de parte de Bruno, con la carrera que tiene y con lo que es como persona, porque es un fenómeno, me quedó grabado"