Los pizarrones son parecidos, pero poseen intérpretes completamente distintos. El local utilizará un 4-4-1-1 combativo, con mediocampistas de batalla, a excepción de un zurdo como Diego Cisterna. El resto, a pelear. ¿Quiénes? Pablo Monsalvo, Sergio Meza Sánchez -buen manejo, pero es de marca- y Héctor Olmedo. Unos metros adelante, estará José Luis García, un enganche nato, de buena pegada e incisivo para abastecer a Daniel Vega, el único atacante definido.

Por su parte, el Millonario tiene las cartas conocidos, aunque sin dos volantes importantes como el uruguayo Carlos Sánchez y Martín Aguirre, suspendidos. Otro que tampoco será de la partida es David Trezeguet, lesionado. De todas formas, el Pelado ya resolvió que conservará el 4-3-1-2, con Alejandro Domínguez en la conducción. Gabriel Funes Mori tendrá la misión de acompañar a Fernando Cavenaghi.

Sin embargo, lo más importante para River puede llegar a ser la línea de mediocampistas. Con Leonardo Ponzio y Ezequiel Cirigliano, Lucas Ocampos se presentará como la variante desequilibrante, especialmente porque deberá ir por el costado de Monsalvo, un jugador agresivo y proclive a ser expulsado. Ahí estaría el negocio. Por supuesto que lo demás puede simplificarse si el Torito y el Chori hallan un hueco para desenvolver todas sus cualidades en los metros de la verdad.

Todo análisis previo puede quedar desechado en tan sólo unos segundos, habida cuenta de la impredecible que es el fútbol. Pero las tendencias existen y, de acuerdo a lo que proponen unos y otros, se puede hacer un diagnóstico. Para La Banda será un compromiso clave, ya que necesita retomar la competencia con los tres puntos, en tanto que Almirante buscará hacer historia, sabiendo sus virtudes y defectos. Por eso enLa Matanza el medio campo quedará bajo la lupa una vez que se inicie el encuentro.

Alternativas en los bancos de suplentes

River cuenta con la pegada del venezolano César González, el oficio de Cristian Ledesma para distribuir el balón y en ofensiva tiene a dos piezas irregulares como Andrés Ríos y Gustavo Bou. Del otro lado, hay dos nombres a subrayar: Diego Ceballos (aquel punta de Banfield que asustó al Monumental en la Copa Libertadores 2005, con una mediavuelta sobre la hora) y Román Díaz, ese atacante veloz, punzante y desfachatado que jugaba en Chacarita y San Lorenzo.

Por Germán Balcarce

Imagen: Wally / Pasión Monumental