River debió haberle ganado a Belgrano, pero no pudo convertir una de las tantas jugadas que tuvo y no pasó del empate en el Monumental. Mal arranque de torneo…

Otra vez la Superliga es la pesadilla de Gallardo. Hasta jugando bien sufre. Esta vez fue contra Belgrano, en el Monumental, donde River hizo agua en una noche muy lluviosa y no pasó el empate sin goles contra el Pirata.

El Millonario hizo méritos para llevarse el triunfo: el primer tiempo del equipo de Napoleón fue realmente bueno, con Juanfer Quintero liderando a través de sus pases filtrados, con el Pity acompañando y con Nacho Fernández y Palacios ayudando en la elaboración y definición, respectivamente.

Rigamonti fue la gran figura y el palo ayudó a Belgrano, que se mantenía como podía ante un River que se lo llevaba por delante, pero que no era efectivo y que aislaba demasiado a Pratto.

Tan solo quedó el Oso que, en el segundo tiempo, Gallardo metió a Borré por el juvenil Palacios, aunque el colombiano nunca llegó a ponerse a tono con el partido y el doble 9 no funcionó como se esperaba.

River bajó la intensidad, pero en los últimos 20 minutos volvió a ser un vendaval y mereció el triunfo, aunque el 1 Pirata le ahogó el grito de gol a los miles de feligreses Millonarios que acompañaron el equipo bajo una tormenta.

2 puntos de 6 es muy poco para un equipo que busque pelear una vez la Superliga. Las sensaciones son ambiguas: por un lado, la satisfacción de saber que se mejoró desde el juego. Por el otro, entender que el plantel es corto y que, futbolísticamente, le falta gol y regularidad en los 90 minutos.

Que esto mejore rápido…