River se adelantó en la serie golpeando primero y por partida doble. Borré de penal y Nacho Fernández marcaron en un partido que pudo haber terminado con mayor diferencia.Sobre el final Capaldo fue expulsado.

Gustavo Gallardo Kuster

@gallargus

Pasó el primer duelo y pese a lo apretado del primer tiempo, River pudo ejercer su dominio táctico sobre un Boca que apostó por un esquema similar al del partido por el torneo local.

El gol de penal que convirtió Borré a expensas del VAR fue una inyección anímica, pero no alcanzó para que el equipo termine de cristalizar en el marcador lo que se veía desde el juego. Fue un primer tiempo que dejó la sensación de que no se supo interpretar cuándo pisar el área y cuándo probar desde afuera. Quedó el tiro en el palo de Montiel como muestra de que, además, la fortuna no estaba asomando del todo.

El ingreso de Scocco, ya en el segundo tiempo, fue la pausa inteligente que se precisaba. Tal es así que fue parte importante del segundo gol, obra de Nacho Fernández.

Los aportes de Martínez Quarta y Pinola fueron fundamentales para darle equilibrio al fondo y una salida limpia, en sociedad con el dominio de Enzo Pérez en el medio.

Gallardo supo ver el tiempo de cada cambio y así los ingresos de Julián Álvarez y Pratto permitieron tomar aire para un final que dejó una imagen más que positiva de cara a la vuelta, y más teniendo en cuenta el hombre de menos con el que terminó Boca por la expulsión de Capaldo (avisada por el VAR) por una fuerte falta sobre Enzo.

La advertencia queda en que definiendo fuera de casa no se podrá perdonar nada en ataque y habrá que sostener el gran nivel colectivo que generó este triunfo.