El primer día de una era diferente

Ramón Angel Díaz ya hizo su estreno en su tercer ciclo como DT millonario. En San Juan, bajo un calor insoportable, debutó con un triunfo, una marca registrada en su andar victorioso. Pero fue el bombero para tapar el bache que había dejado Matías Almeyda. Lo hizo por River y porque no veía la hora de sentarse otra vez en el banco. Pero su verdadera arrancó hoy, el 4 de enero de 2013.

La térmica marca 26º. Es calurosa la mañana, pero se puede entrenar bien. El Pelado llega bien temprano al Monumental, donde a las 9 pondrá primera con sus dirigidos, a los que ya conoce pero con los que ahora buscará profundidad. En el trato y en lo futbolístico. Es Ramón la atracción por más que haya más de 30 jugadores listos para trasladarse a la cancha principal de césped sintético.

Es una época de vacaciones. Muchos andan en la Costa Atlántica, aunque otros aprovechan para darse una vuelta por Núñez. Socios y cholulos esperan que se abra la puerta del Angel Amadeo Labruna y los flashes apuntan a él. Todos a él. A Ramón le cuesta llegar a la que conoció como cancha auxiliar número 1 y que era de césped natural. Son 50 metros interminables entre foto, autógrafos, abrazos y pedido de campeonato. Porque a eso apunta el riojano.

Pasadas las 11 llegan los dirigentes Diego Turnes, el hombre de más vínculo con el DT, y Daniel Mancusi. Como periodistas e hinchas, ellos también observan los movimientos del plantel. Ramón camina y charla mucho con Marcelo Escudero y su hijo Emiliano. Es hora que los PF, Pidal y Bustamante, comiencen a preparar a la tropa con trote, movimientos livianos y la aparición del balón. A un costado está Tomasito, un viejo amigo de Díaz, quien fue una especie de talismán en el River campeón de los 90. Porque a eso apunta Ramón.

Imagenes: Nicolás Aboaf

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