Con Juanfer nuevamente concentrado y la chance de volver a verlo en cancha más cerca que nunca, repasamos cómo fue el proceso que lo llevó a recuperarse.

Gustavo Gallardo Kuster

@gallargus

El partido ante Almagro puede significar más que un duelo por cuartos de final de Copa Argentina. Es que, nada menos que en el Malvinas Argentinas (Mendoza) donde River se coronó en la Supercopa Argentina ante Boca, se puede dar la vuelta de Juanfer Quintero.

Después de 6 meses y 20 días en los que le colombiano estuvo lejos de deprimirse, se verá -decisión de Gallardo mediante- a un jugador más delgado, que se enfocó en mejorar su dieta a la par que recuperaba su físico.

La parte más importante fue la fortaleza mental que adoptó el cafetero en estos casi 7 meses, la cual se vio reflejada en los mensajes que compartió en redes sociales; especialmente uno de los últimos, en el que se mostraba enfocado en su vuelta con una palabra que resume su proceso: resiliencia, que es la capacidad de adaptarse a situaciones adversas y poder superarlas.

Entre la lesión sufrida el 17 de marzo ante Independiente, la operación por la que pasó apenas tres días después en la clínica Los Arcos, y las visitas a Colombia para nutrirse del afecto de su familia, el 10 que fue finalista del premio Puskas que otorga FIFA por el golazo ante Racing, vuelve fortalecido y con el objetivo de meterse en un equipo con nombres que parecen inamovibles.

Ya con el alta médica y la chance de estar concentrado para poder jugar, se certifica que el físico -al que habrá que llevar de a poco- está en condiciones. Restará verlo en cancha contra el equipo de Esmerado y, posiblemente, ante Arsenal. Su cabeza está en Boca, y el poderío que desarrolló en este aspecto puede ser tan importante como su zurda.