En su cumpleaños número 38, el Pelado ya se encuentra retirado como futbolista, pero solamente tiene un objetivo y un deseo en la cabeza como técnico del Millo: que River ascienda y que vuelva a ser el de antes, el River que le tocó vivir cuando a penas tenía 19 años, plagado de figuras como Enzo Francescoli, Angel Comizzo y Marcelo Salas entre otros.

Todos recuerdan aquella triste imagen del 26 de junio pasado, cuando las lágrimas del León eran su único consuelo. El era conciente de que como jugador ya no podía seguir, los años le jugaban en contra. Rápidamente, esa tristeza se transformó en ilusión cuando asumió como entrenador del club de Núñez.

Hoy, al Pelado le toca afrontar quizás el desafío más importante de su carrera, ya que en el peor momento de la historia del equipo, se puso la mochila -como acostumbró a hacerlo con la banda roja- de ser el técnico y le puso el pecho a la situación.

Fue criticado, cometió errores, pero en todo momento el exvolante central advirtió que iba a ser un camino largo y complicado. Sin hacer un gran torneo, River se encuentra en zona de ascenso directo y es el gran candidato a subir de categoría en el próximo año.

Almeyda demostró en todo momento su amor incondicional hacia River, fue un León dentro de la cancha y siempre dejó todo y más por la camiseta. El cariño que le tiene el hincha es algo inexplicable. ¡Feliz cumpleaños, Pelado!

Por Ignacio Román

Imagen: Wally / Pasión Monumental