Derrota y eliminación de River ante Boca por la Copa de la Liga

Por Nicolás Bozonchuk (@nicobozonn).

56 días después de aquel empate entre River y Boca en el Monumental por la Copa de la Liga, llegó una nueva edición del Superclásico en el marco del mismo certamen pero con el tinte especial de ser ni más ni menos que en Cuartos de Final. Inesperado, pero importantísimo al fin y al cabo desde lo anímico para afrontar lo que resta del año. No habían excusas, por eso Martín Demichelis puso lo mejor y no se guardó nada, ni siquiera a Paulo Díaz y Miguel Borja que afrontaron la previa entre algodones. Por lo tanto, el entrenador optó por el clásico 4-3-1-2 con los siguientes protagonistas: Franco Armani; Andrés Herrera, Leandro González Pirez, Paulo Díaz, Enzo Díaz; Nacho Fernández, Rodrigo Villagra, Rodrigo Aliendro; Claudio Echeverri; Facundo Colidio y Miguel Borja.

El partido comenzó de ida y vuelta, con un poco más de dominio por parte del elenco de la ribera. Llegaban bastante al área, pero no lograban corromper a la zaga central de gran pasar con la dupla González Pirez-Paulo Díaz. La tónica de la posesión cambiaba cuando la pelota la agarraba Echeverri, muy escurridizo en el mediocampo de Boca. Y de esta manera llegó el primer tanto de la tarde, gracias a un contraataque letal del "Diablito" y un posterior pase a Borja, quien termina venciendo la valla de Romero sentenciando el 1-0 parcial. Toda del juvenil, luciéndose con esa habilitación crucial para poner a River en ventaja a los 10 minutos del partido. El duelo estaba emocionante pero solo para los parciales, porque el público presente en el Kempes lo vivió con muchísimo nerviosismo.

A los 20 minutos, el resultado a favor peligró por culpa de Enzo Díaz, regalando un tiro libre en la puerta del área. Por fortuna para los corazones riverplatenses, el disparo de Zenón pasó rosando el poste derecho. Poco pasaba en el juego, el choque de estilos produjo roces constantes que impedían que la pelota gire con peligrosidad y que las ocasiones claras lleguen mediante la pelota parada. Tal es así que el Millonario estuvo a punto de conseguir el 2-0 desde un córner, pero el cabezazo de Paulo Díaz se apenas encima del travesaño. Poco a poco, el equipo de Martín Demichelis fue jugando y materializando el nerviosismo de Boca con aproximaciones en el área rival. Sobre el cierre de la primera parte, Herrera aprovechó el horror defensivo de Rojo, condujo hasta el fondo sobre la banda derecha y concluyó con un remate cruzado pero fácil para el arquero. Sin embargo, todo lo realizado en la primera parte se diluyó a las 45 minutos, con el empate de Merentiel que llegó luego de un centro de Advíncula al punto de penal.

La tónica de la segunda parte fue muy parecida a lo visto en los 45 minutos iniciales, con un River más explosivo en los metros finales. Incluso había logrado convertir el segundo a los seis minutos después de una carambola de rebotes, pero el VAR decidió anular el gol debido a que la pelota no había entrado por completo. De ida y vuelta, con acercamientos de los dos equipos, sin un claro dominador del partido. A los 14 minutos, Demichelis decidió cambiarle la cara al equipo con dos modificaciones. Manuel Lanzini y Esequiel Barco ingresaron al terreno de juego en reemplazo de Nacho Fernández y Echeverri. Al segundo de los cambios, Herrera regaló en el fondo, Zenón centró al área y Cavani puso la cabeza para estampar el 2-1 a favor de los suyos. A los pocos minutos, River pifió en campo contrario y Merentiel puso el tercero en el marcador, aprovechando el rebote que dejó Armani. A los 24 minutos, el entrenador metió el tercer cambio en el equipo sacando a Aliendro en lugar de Pablo Solari.

Las modificaciones no gravitaban, y la performance del Millonario empeoraba cada vez más. Un equipo largo, sin ideas ni predisposición de ir al frente con el resultado en contra. Para agotar las variantes, ingresaron Nicolás Fonseca y Santiago Simón para que salgan Herrera y Villagra. A poco del final, Paulo Díaz consiguió el descuento para el Más Grande de cabeza. Nada cambió, faltó actitud, faltó todo, hasta una idea concreta para revertir la historia. 

Punto final para River en la Copa de la Liga. Desastroso segundo tiempo, regalando dos goles totalmente absurdos en pocos minutos. Un equipo sin alma, sin identificación hacia la idea del entrenador, que bajo ningún concepto pudo revertir el resultado en contra, incluso habiendo iniciado el partido arriba en el marcador. Mucho por corregir e infinitas situaciones por rever. Ciclo cumplido para muchos. Ahora a pensar en la Copa Libertadores.