Derrota de River ante The Strongest en el inicio de la Copa Libertadores
Por Nicolás Bozonchuk (@nicobozonn).
Comenzó la ilusión que condena al hincha de River. Arrancó la Copa Libertadores y una nueva ilusión continental para el elenco de Martín Demichelis. La primera experiencia internacional para el técnico de 42 años, y un desafío interesante en la altura. Para eso, sorprendió en la previa con la inclusión de Pablo Solari, Andrés Herrera y Agustín Palavecino en el once inicial, pero tuvo una explicación razonable. Los primeros dos se destacan en ser veloces y tener mucha energía para hacer el ida y vuelta. Y el ex Platense conoce y sabe jugar en la altura luego de su paso por Deportivo Cali, y además tiene como cualidad el remate de media y larga distancia. Sin más preámbulo, Demichelis paró al equipo con el esquema 4-2-3-1 y salió con: Franco Armani; Andrés Herrera, Emanuel Mammana, Paulo Díaz, Enzo Díaz; Rodrigo Aliendro, Enzo Pérez; Agustín Palavecino, José Paradela, Pablo Solari y Lucas Beltrán.
El cotejo en la altura comenzó con una intensidad marcada en el elenco Millonario, consiguiendo un tiro libre antes de llegar al minuto de juego. En esa pelota parada, Paulo Díaz partió habilitado y cabeceó con potencia, pero el arquero Guillermo Viscarra metió un terrible manotazo para evitar el primero en contra para ellos. El inicio era muy bueno, pero poco a poco comenzó a guardar las piernas y respirar un poco. Esto intentando de hacerse dueño de la posesión, intentando ingresar al área con pases y no de contra. En cuanto al juego del "Aurinegro", el equipo de Ismael Rescalvo tenía claro que hacer: recibir y rematar desde lejos. Siguiendo esa idea, la primera aproximación de los locales iba a llegar en los pies del ex Defensa y Justicia Eugenio Isnaldo, quien probó un derechazo desde el sector izquierdo de la cancha pero que se iba a ir lejísimos del arco que defiende Franco Armani. Minutos más tarde, y con demasiada polémica, el juez Jesús Valenzuela cobró un penal absurdo sobre Enrique Triverio, quien buscó un mínimo contacto de Armani y se tiró a la pileta. Ni al VAR fue el árbitro de Venezuela. En fin, el mismo Triverio agarró la pelota y convirtió el primer tanto de la noche. A partir de ahí, los jugadores empezaron a descontrolarse un poco, entre el enojo y la rabia por lo sancionado por el colegiado. Fueron algunos minutos de malas recepciones, pases sin destino y golpazos hacia delante con tal de avanzar líneas. Sin embargo, luego de un golpe de un jugador de los locales, Demichelis llamó a varios de sus dirigidos para calmar un poco el asunto y acomodar algunas fichas para encontrar el empate lo más rápido posible. A pesar de esto, el orden y la paciencia iba a llegar poco. Desde un error en la salida, Triverio iba a aprovechar la falla defensiva, remató de primera a colocar y sentenció el segundo en el marcador. En cuestión de segundos, Jeyson Chura probó desde lejos con un sablazo potente, pero Armani la mandó al córner con los puños. Ya era evidente lo incomodo que se sentían los jugadores dentro de la cancha, y poco a poco perdían la paciencia. Empujando sin cesar, Rodrigo Aliendro hizo un rodeo y tocó con Palavecino, quien enganchó y remató de zurda a las manos del arquero. La última de la primera etapa la tuvo el elenco boliviano en los pies de Chura, posterior a un remate pero mejor respuesta de Armani que se estiró y salvó a River del 0-3.
La derrota duele, y más después de lo conseguido en el torneo local. Pero no es para asustarse, River va a levantarse y de local se va a hacer más fuerte que nunca para revertir la derrota y conseguir los tres puntos. En el segundo tiempo se vio una notoria mejora y por detalles puntuales no se pudo empatar el partido. Tropezón no es caída, queda mucho por delante.