Luego de la adaptación, Jorge Carrascal logró asentarse en River y habló de las charlas que tiene con Gallardo, la expulsión con Palmeiras y la sensación de lucir la número 10.

De a poco, Carrascal va explotando y logrando extender sus chispazos a los 90 minutos del partido. El mediocampista confesó que le dijeron sus compañeros tras la expulsión en la Libertadores y lo que significa estar en River en esta etapa de su carrera.

"Ahí me deprimí después de ver lo que hice. Me sentí muy triste, muy mal porque no es bueno hacer eso. Me sentí mal y le pedí disculpas al grupo. Pero uno aprende de todo. Cuando uno está adentro del campo siente una adrenalina distinta. Y en ese momento no sé, me enojé mucho, no sé qué me pasó, tal vez la impotencia porque las cosas no nos estaban saliendo bien y nos habían hecho ya dos goles", explicó Carrascal sobre su expulsión ante Palmeiras.

Y agregó: "Hice algo que no debí hacer. Me preguntaba cómo iba a hacer una locura de esas cuando el cuerpo técnico y mis compañeros me habían dado confianza. Hasta el día de hoy que digo, "¿cómo hice eso?". Pero vivo así el fútbol. Y eso que juego con alegría. Pero no sé qué me pasó en ese momento. Estuvo mal."

Además comentó que habló con el técnico y uno de los referentes tras esta situación: "Hablé con Gallardo, me dio buenos consejos. Me dijo que me hablaba en su rol de entrenador pero que también se ponía en el lugar de jugador porque también le tocó pasar por alguna situación de esas y me dijo que lo importante es que estuviera bien y que de los errores se aprende y ayudan a madurar para que no se vuelvan a cometer más adelante. El grupo me habló también, Leo me dijo: "Loco, tranquilo, pueden pasar estas cosas". El grupo nuestro es como una familia y eso ayuda mucho. Sobre todo, en ese momento en el que estuve triste."

En cuánto a los cambios de números, comentó que le genera empezar a lucir uno de los dorsales más emblemáticos del club: "Me cayó de sorpresa. Pero cuando el profe (por Gallardo) me lo dijo, pensé en la historia que tiene la 10 de River. Y yo siento que vengo haciendo bien mi trabajo y si me dieron la 10 es porque el profe confía mucho en mí y porque el equipo me ha ayudado a crecer y a trabajar. Entonces tengo que seguir dando todo para el equipo y seguir aportándole cosas. Estoy feliz por tener la 10."

Como todo jugador que llega al equipo del Muñeco le costó adaptarse, a lo que explicó: "Lo físico. Y no porque no pueda hacer los esfuerzos, sino porque venía de un fútbol donde me tiraban la pelota para que resuelva. Un fútbol más tranquilo, posicional, con entrenamientos menos intensos. Y me encontré con un fútbol muy agresivo, que va palo y palo, un fútbol muy rudo. Y eso lo hace muy difícil al fútbol argentino. No estaba acostumbrado a ese timming del ida y vuelta constante. Los profes me decían que tenía talento pero que había que meterle mucho al entrenamiento. Hoy ya sé cómo es la Liga, cómo es la Copa, el ritmo que tienen, y ya estoy mejor."

"Desde que yo llegué aprendí a crecer como profesional y como persona. River se volvió muy importante en mi vida por todo lo que estoy aprendiendo acá, que no me había pasado en otro lado. Y estoy muy feliz en el club y si uno está feliz hace las cosas con el corazón y le pone todo. Estoy feliz y eso es muy importante", señaló el colombiano que llegó a Núñez en 2019.