Este domingo River vuelve al Monumental frente a Atlético Tucumán y se espera una gran fiesta por parte de los hinchas. 

El carnaval y el tango fueron cuna,

mi vieja me cantó "duerme, negrito",

y en mi segundo hogar, el Gallinero,

mi viejo me soñó como Angelito...

Bersuit Vergarabat, al olor del hogar 

Y por fin llega el día. A casi tres meses del último partido en el Monumental, frente a Chacarita, este domingo nos volvemos a encontrar. En el mismo lugar, en el que todos los domingos tuvimos tantas alegrías. Cada uno tiene su ubicación, su rinconcito especial que comparte con sus amigos, familia, o quien sea. El estadio oficial de la Selección Argentina, que pisará el mismo césped tan sólo dos días antes. Un día después del cumpleaños número 50 del Enzo, volverá a ser “nuestra casa”.

Inaugurado en 1938, “Antonio Vespucio Liberti”, como el presidente que decidió construirlo, seguramente lo vamos a ver un poco cambiado.  Porque se acondicionó el campo de juego, después de haber tolerado tantos recitales de bandas internacionales que lo eligieron. Porque se pintaron sus plateas, se cambiaron los asientos, se construyeron nuevos baños y se mejoraron los palcos. Ahora sí, ya está todo listo.

Para no desentonar, la bienvenida también promete ser monumental. Llena de papelitos rojos y blancos, globos, serpentinas, banderas, gente de todo el país y el grito tan querido más de cuarenta mil almas cantando: "River mi buen amigo, esta campaña volveremos a estar contigo …".

Los que no lo conocen podrán decir lo que quieran. Podrán asegurar, por ejemplo, y erróneamente, que lo hicieron los militares. En cambio, los que lo conocen bien, le tienen miedo. Porque  el dueño de casa dio treinta y tres vueltas olímpicas. Porque ganó la Copa Libertadores y la Supercopa. Porque le ganó a los bosteros, porque de local marca la historia que River en su cancha ganó más veces que sus rivales.

“Yo como jugador, viví una de las épocas más lindas de la historia de River: el momento de la copa, el campeonato en el que salimos invictos. Recuerdo la semifinal de la copa del 96. Fue un récord de recaudación de gente. Pero tantos partidos seguidos… Cada vez que sale, llenar todos los estadios (NdeR: River es récord en venta de entradas desde hace más de dos años), va a ser una gran fiesta para nosotros volver a nuestra casa”, expresó Matías Almeyda, hace una semana. Y también será el sueño cumplido de muchos jugadores.

¡Cuántos rivales lo van a pisar por primera vez! ¡Cuántos nuevos socios! ¡Cuántos viejos conocidos, que lo extrañan, que lo esperan! Ahora, ya lo saben, están todos invitados a la fiesta. El que quiera venir, que venga; después no digan que no les avisé. Ya voy haciéndola corta, anuncio mi despedida, los espero este domingo, en Udaondo y Figueroa Alcorta, nuestra esquina preferida.

Por Luciana Flesler