"Tuve que operarme tres veces para poder estirar mi carrera"
Luciano Lollo contó cómo sobrellevó el tiempo sin jugar, y explicó el motivo de su lesión en el dedo gordo de su pie que tanto lo marginó de las canchas.
Ezequiel Pirotti @tanopir
Ya habiendo dejado atrás su calvario, Luciano Lollo se prepara de la mejor forma para lo que se le viene con River. Desde su llegada al club en 2016, el defensor disputó apenas 11 partido debido a su lesiones que lo tuvieron a maltraer. Pese a estar recuperado, no olvida lo que tuvo que afrontar durante dos años.
"Nunca había estado tanto tiempo parado. Sí tuve lesiones que me dejaron tres o cuatro meses afuera, pero esto de tener una lesión, después otra, nunca. Se hace difícil. Uno trata de descomprimir la situación junto con la familia. Pero fue complicado. A la mañana, iba al club y a la tarde, a la clínica de Jorge Bombicino (el kinesiólogo del club). Después, iba a la cancha, no falté a ningún partido. Por respeto a mis compañeros y porque quería estar ahí. Me hacía bien. Cuando entraba al vestuario y los veía cambiarse me moría por dentro porque quería estar en ese lugar. Al margen de eso, mentalmente soy muy fuerte y trabajo para mejorar", expresó Lollo en una entrevista con Clarín.
El ex Racing, que llegó de La Academia arrastrando algunas dolencias en su pie, luego de una operación, explicó cuál fue el origen de su inconveniente físico: "Mi problema se iniciaba en los Hallux rigiduz. Es como una artrosis o artritis que degenera la articulación y genera un sobrehueso que hace perder movilidad en el dedo gordo. Y eso hace que descargue todo el peso para afuera, para el quinto metatarsiano. Entonces, por eso se me abría ese huesito todo el tiempo".
Por último, con tres operaciones, el defensor contó los motivos de la segunda y de la tercera intervención quirúrgica, que retrasó su vuelta a las canchas: "La segunda vez que me operé, ya estando en River, fue por un golpe con Alario. Ahí hice una rehabilitación de cinco meses, me recuperé y después se me volvió a abrir el quinto metatarsiano. Entonces, sospechamos que había otro problema. A mí me dolían los dedos gordos de los pies, pero no le daba importancia. Después lo hablé con los médicos, fuimos al especialista y descubrimos que el quinto metatarsiano se abría por el problema del dedo gordo. Decidimos operar de nuevo, más que nada para estirar mi carrera y poder disfrutar los años que me quedan en el fútbol".