River le ganó a Racing en Avellaneda en un partido muy chivo y se prendió a la lucha por las Copas: ya está en Sudamericana y quedó a 7 de la Libertadores.

Era uno de los partidos más complicados que quedaban en el semestre y River dio la cara: le ganó 2-0 a Racing en Avellaneda con goles de Rafael Santos Borré y de Exequiel Palacios y se prendió a la lucha por las Copas.

El comienzo no fue fácil para el equipo de Gallardo: los de Coudet tuvieron un primer tiempo bárbaro, donde combinaron velocidad con movilidad constante y convirtieron en figura a Armani, de descollante labor bajo la mirada de Sampaoli.

El sorpresivo mediocampo que paró el Muñeco (Quintero, Ponzio, Nacho Fernández y el Pity Martínez aseguraban mucho juego pero poca marca) no funcionó en el arranque y la pelota fue casi siempre del local.

Ya en la segunda mitad, los cambios modificaron el desarrollo del partido. Quintero (flojo) salió y su lugar lo ocupó Palacios, Pratto (buen partido, más peleando que jugando) le dejó la posición a Borré y los ingresados no decepcionaron: ambos se vistieron de goleadores para marcar el 2-0 y adueñarse de tres puntos muy valiosos.

Con este resultado, River quedó en zona de clasificación a la Copa Sudamericana y solamente a 7 unidades de Independiente, el último que ingresa a la Libertadores 2019. Todavía hay 15 puntos en juego y la irregularidad de la Superliga invita a soñar, tanto con el presente como con el futuro.