Si bien Almeyda lo confirmó ante Atlanta, el Chori Domínguez avisó que hoy no tiene problemas en ser suplente.

Arranca fuerte, Alejandro Domínguez. “No había tenido un mal partido y venía levantando, no entendí el cambio”, afirma luego de la polémica que se levantó por su salida ante Ferro. Pero lejos está el Chori de querer confrontar con Matías Almeyda, quien ya confirmó que irá desde el arranque ante Atlanta. Es más, redobla la apuesta: "Si me tengo que sentar en el banco por River, lo hago con los ojos cerrados. No se me cae nada por sentarme en el banco”, dice, sin divismos, en AM 770.  Y amplía: “No tengo nada que decirle a Almeyda. El es el técnico y hay que estar bien predispuesto aunque a uno le guste”.

El Chori no hace un culto de la autocrítica, pero sabe que ahora “se vienen partidos importantes y hay que estar al 100%”. Y, sin excusas, avisa que “hace unos partidos que tengo una pequeña molestia en el aductor (derecho)”. ¿Hasta cuándo aguantará así? Sólo él y su físico lo saben.

Por otra parte, el 10 se metió de lleno en un tema que se instaló con fuerza la semana pasada: la aparente y supuesta falta de compañerismo suya y de Cavenaghi con Trezeguet: "Me mantengo al margen de la discusión de si se le da la pelota. El sábado lo busqué varias veces a Trezeguet. Ojalá haga muchos goles. Tenemos una buena relación y la realidad es que estamos todos en el mismo barco”.

Sabe que hoy está siendo mirado con lupa por el hincha, que no le deja de reconocer que volvió por la gloria pero que también pretende más de él. Por eso algún simpatizante se le escapó un insulto desde la Belgrano Baja ante Ferro. Y el Chori respondió. "Venía medio molesto por los murmullos. De pronto, escuché a un plateísta y respondí”, explicó el motivo de su ira.

BANCA AL AMIGO Y ¿PALITO AL PRESIDENTE?

El Chori no le esquivó al bulto. "En la situación de Cavenaghi, yo estaría molesto", recalcó. Su amigo tiene el pase en su poder y en River no aceleraron la negociación. Esperan a que la temporada termine para cerrar el acuerdo. Todo dependerá del ascenso y de cómo quiera negociar Passarella. Cavenaghi quiere seguir, pero no de cualquier manera. Y, ante eso, el Chori salió a poner la cara por el Torito y, de paso, deslizó su molestia con el Kaiser: "Fernando hizo mucho por el club. Da para pensar porque todavía no arreglo nada. No le puedo decir nada a Passarella, pero da a pensar”.

Domínguez, además, recalcó que no tiene precisiones luego del 30 de junio, día que vence su préstamo con River y debe regresar al Valencia, dueño de su ficha. En España están dispuestos a negociarlo, pero, así parece, quieren sacar una tajada económica. "Mis representantes (Néstor Sívori y Jorge Cyzsterpiler) viajaron, pero todavía no tuve noticias.

"Mi caso no se va a resolver hasta último momento", dijo.  Trascendió que Rubin Kazan y Zenit, exequipos del Chori en su paso por Rusia, irían a la carga por él nuevamente. 

Por Leandro Buonsante