Por Tomás Kunz (@TomasKunz_)

Con sorpresas en el 11 inicial por el ingreso de Agustín Palavecino en el mediocampo y la salida de Paulo Díaz, que descansa, y de Nicolás De La Cruz, que corría desde atrás para este partido, el Millonario se enfrentó en el Estadio Único de La Pedrera a Barracas Central por los dieciseisavos de final de la Copa Argentina. Estos fueron los titulares de River esta noche: Franco Armani; Milton Casco, Jonatan Maidana, Héctor David Martínez, Elías Gómez; Bruno Zuculini, Santiago Simón, Rodrigo Aliendro, Agustín Palavecino; Esequiel Barco y Lucas Beltrán.

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Un primer tiempo todo de River, un equipo que ahogó al rival, que controló tres cuartos de cancha y que intentaba llegar a línea de fondo por arriba con pases de Casco, por abajo con pases filtrados de Simón o con un disparo desde la medialuna de Palavecino a los 3 minutos de juego luego de un pre tiro al arco de Aliendro que rebotó en el primer central de Barracas y que el número 8 del Millonario pudo tomar como rebote pero no logró tirar al arco con comodidad por lo que Maximiliano Gagliardo no tuvo muchos inconvenientes en atajar. Unos primeros minutos que también demostraron lo que sería el mal arbitraje de Andrés Merlos que hizo vista ciega a dos faltas idénticas de los mediocampistas del Guapo a Aliendro y Barco, respectivamente. Luego de varios intentos en arco visitante, atacando y haciendo cada vez más dano al rival, a los 20 minutos llegó el primer gol de River, aunque más que gol fue un golazo. Milton Casco, el Bombero, entró por el segundo palo luego de un centro de Elías Gómez, la paró de pecho, se acomodó y remató casi de tres dedos para romperle el arco a Gagliardo y anotar el 1-0 para el Más Grande. Nuevamente a los 26 el árbitro Merlos volvió a tomar una decisión muy dudosa al cobrar falta luego de que el arquero de Barracas Central saque, le rebote en el pecho a Martínez y se dirija la pelota hacia el arco para el segundo de River y con Palavecino siguiéndola de cerca para empujarla. Sobre el final, Barco probó disparar al segundo palo de Gagliardo mediante un tiro libre pero el arquero estaba atento logró despejar la pelota sin mucho problema.

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En el segundo tiempo el Millonario salió a jugar con la misma cara del primer tiempo, controlando la pelota, ahogando al rival por fuera del área y presionando, como a los 12 minutos cuando Beltrán, de buen partido haciendo el "trabajo sucio" presionó en la salida al central del Guapo que terminó perdiendo la pelota y dejándosela servida a Palavecino que amagó al arquero pero el enganche se le fue largo y no logró concretar la jugada para poner el 2-0. Pero el gol del 8 de River no tardó en llegar porque a los 20, luego de una excelente jugada personal de Elías Gómez y un taco de caño magistral de Aliendro, la figura del partido, para asistir a Pala, el ex Deportivo Cali entró en soledad por el medio del área y con un punteo, también de caño, mandó a guardar la pelota y puso el segundo del partido. Tres minutos después del gol el Más Grande sufrió la perdida de Martínez que se fue expulsado por doble amarilla. Producto de la expulsión, Gallardo movió el banco de suplentes y mandó a la cancha a Paulo Díaz en reemplazo de Santiago Simón. Un factor positivo es que al equipo no le afectó la roja de Martínez porque a los 28 sentenció el partido con un bombazo de Palavecino que marcó su doblete y 3-0 para River. Cabe recalcar nuevamente el muy mal arbitraje de Merlos, de los peores árbitros del fútbol argentino. Es prepotente, toma malas decisiones y no cobra faltas muy alevosas. A los 32 el Muñeco volvió a hacer un cambio, nuevamente por una obligación del partido porque Lucas Beltrán recibió un duro golpe y no pudo seguir en cancha, por lo que tuvo que ser sustituido por Braian Romero. Siete minutos después el DT del Más Grande agotó las ventanas de cambios y mandó a la cancha a Nicolás De La Cruz y José Paradela en lugar de Rodrigo Aliendro y Esequiel Barco, respectivamente.

Así queda la zona de River en la Copa Argentina gracias a esta victoria. En octavos de final deberá enfrentarse al Defensa y Justicia de Sebastián Beccacece.