Por Tomás Kunz (@TomasKunz_)

El Millonario recibió a Platense por la vigésima quinta fecha de la Liga Profesional de Fútbol con un solo objetivo por delante: conseguir la clasificación a la próxima Copa Libertadores. Un equipo que, lamentablemente, encontró el planteo táctico ideal en la recta final del campeonato (marcó nueve goles y no recibió ninguno en los últimos tres partidos). Además, Marcelo Gallardo sufrió las bajas de último momento de Paulo Díaz y Elías Gómez. El central sigue con dolores en la rodilla izquierda donde tuvieron que darle cinco puntos de sutura y el lateral izquierdo fue desafectado por el nacimiento de su hija. Con la baja del chileno, así formó River ante Platense: Franco Armani, Andrés Herrera, Emanuel Mammana, Javier Pinola, Milton Casco, Enzo Pérez, Agustín Palavecino, Nicolás De La Cruz, Juan Fernando Quintero, Esequiel Barco y Miguel Borja.

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En el primer tiempo el conjunto de Marcelo Gallardo fue el que manejó el juego, que tuvo más hombres en los ataques, pero que no logró finalizar las jugadas al no encontrar los huecos en un equipo con cinco defensores muy tirado atrás, obligándolo a jugar en el mediocampo y a mantener la pelota en los pies de sus volantes. El encuentro empezó áspero porque a los 20 segundos Emanuel Mammana le pegó una patada descalificadora a destiempo que terminó en la primera amarilla del partido. De ese tiro libre llegó la primera salvada del partido por parte de Armani que salió muy bien a cortar con los puños lo que era el primer gol de Platense. A los cinco minutos, tras una excelente jugada colectiva a puros toques de primera, Borja se erró un gol abajo del arco increíble. Igualmente el juez de línea había cobrado offside. A los 17 minutos Andrés Herrera recibió la segunda amarilla del partido por parte de River luego de barrer al delantero de Platense sobre el córner izquierdo. Luego de eso, el partido se planchó y se volvió aburrido, con los dos equipos disputando la mitad de la cancha pero con la posesión del Más Grande que no paró de atacar, pero que nunca terminó las jugadas debido a que ningún futbolista le pegaba al arco. A los 35 un disparo de Palavecino terminó en un buscapié para el Colibrí que ni siquiera tirándose llegó a conectarlo para abrir el marcador. Sobre el final del primer tiempo el colombiano número 9 del Millonario se ganó la tercera amarilla en el local y la quinta en el torneo, por lo que se pierde el próximo encuentro ante Rosario Central en el estadio Mâs Monumental.

Antes de comenzar el segundo tiempo, Gallardo movió el banco de suplentes y mandó a la cancha a tres jugadores: Matías Suárez, Santiago Simón y Lucas Beltrán en lugar de Juan Fernando Quintero, Agustín Palavecino y Miguel Borja, respectivamente. En un partido que estaba nuevamente planchado, con superioridad futbolística y con mayores ataques de River, llegó el primer gol del partido. A los 14 minutos Nicolás De La Cruz marcó el 1-0 parcial tras una gran jugada colectiva que finalizó en un derechazo, con posterior rebote, al ángulo izquierdo. Luego del gol, Mammana pidió el cambio tras un dolor en la rodilla izquierda y salió reemplazado por Leandro González Pirez. Y cuando se le abre el arco al Más Grande, después no se le cierra porque tan solo cinco minutos después, a los 19 del segundo tiempo, Matías Suárez estiró el marcador y puso el 2-0. Excelente contraataque comandado por Barco que abrió la cancha para Beltrán que, de dos toques, disparó un bombazo que se estrelló en el palo izquierdo de Marcos Ledesma pero que terminó en los pies del 7 bravo para que la empuje y haga rugir a todo el estadio Mâs Monumental. Cuando el partido parecía que terminaba en goleada para el conjunto Millonario, a los 25 Mauro Zarate tomó un rebote de un previo disparo al arco que pegó en el travesaño y descontó el partido para poner el 2-1.

Así quedó River en la tabla anual luego del triunfo ante Platense por 2-1. Una victoria importantísima que no solo lo clasificó a la Copa Libertadores 2023, si no que además lo mandó directo a la fase de grupos y no a la fase previa, donde podía encontrarse con equipos en la altura de Ecuador y Bolivia, además de los duros viajes que eso significa.