¿Para qué tocar?

Durante casi una hora, en Ezeiza, el Pelado realizó un ejercicio táctico en una mitad de la cancha sólo con defensores y volantes y paró a ocho jugadores frente a juveniles de Reserva. Con la supervisión de José Chamot, el técnico insistió con González Pirez, Pezzella, Bottinelli, Ramiro Funes Mori, Sánchez, Ponzio, Cirigliano y Aguirre como guardianes de Barovero. ¿Para qué tocar?

La apuesta del entrenador es que su River sea granítico atrás, que primero cuide el cero, que en el medio corra y crezca a partir del juego de Ponzio y que de contra sea letal. En las últimas dos fechas, con esa postura, mal no le fue. Por eso, Almeyda no cambia. Al menos en el fondo y en el medio.