Lucas Martínez Quarta contó como soportó la sanción por doping, que lo llevó a estar suspendido de las canchas por ocho meses.

Ezequiel Pirotti @tanopir

Un guerrero que la pelea día a día de abajo, ese es Lucas Martínez Quarta. En el mejor momento de su carrera, el defensor fue sancionado por doping y no pudo jugar durante ocho meses. El Chino explicó cómo afrontó ese momento.

"Me sirvió mucho aferrarme a mi familia. Pero, cuando me agarraban ganas de llorar, no quería que ellos me vieran, trataba de ocultarme o irme a entrenar más temprano. Sabía que sino ellos se iban a poner mal", expresó el surgido en las inferiores del club, en una entrevista con Humanizados.

A su vez, el defensor habló de la importancia de tener a su mujer y a su hijo en un momento tan complejo:  "A mi mujer le voy a estar siempre agradecido porque estuvo en todos los momentos, sean malos o buenos. Es muy importante para mí. Es la chica que quiero para el resto de mi vida. El día que mi señora me dijo que iba a tener un hijo es cuando me cambió el chip. La responsabilidad es máxima porque entendí que le tengo que dar todo lo mejor". 

Por último, el Chino contó cómo afrontaba los entrenamientos sabiendo que no iba a jugar los fin de semanas: "Entrenaba para no jugar, pero sabía que el fin de semana mis compañeros tenían un compromiso y yo tenía que estar disponible para lo que necesiten. Si yo tenía mala cara no le iba a servir a ninguno".