Camilo Mayada habló sobre la mentalidad del grupo a la hora de encarar la competición más importante del continente y dejó una frase emocionante sobre su hermana, a quien perdió hace tres meses.

Con sed de revancha después de la sanción que lo marginó siete meses de las canchas, Camilo Mayada tiene entre ceja y ceja la Copa Libertadores. El uruguayo, que llegó como volante y terminó jugando principalmente como lateral, dialogó con Radio Continental y manifestó el sentir del grupo con respecto a esta competencia: "No hubo un año en el que no hayamos pensado en ganar la Copa. Jugar en River te cambia la mentalidad y te hace ser un jugador ganador, que va siempre por los mayores objetivos", aseguró.

Además, explicó por qué su vuelta se demoró más de lo esperado y cómo se sintió al volver a pisar una cancha: "Yo no había tenido la posibilidad de estar, pero me costó entrar en ritmo de competencia. Tuve una infección en el brazo que me hizo perder los últimos 15 días de la pretemporada. Por eso no pude estar disponible para los primeros partidos. Me volví a sentir jugador después de tanto tiempo sin jugar", agregó.

Finalmente, dejó de lado el motivo de su suspensión y se centró en una deuda a nivel personal, relacionada con la perdida de su hermana, en marzo de este año: "Lo del doping quedó en el pasado, pero siempre fue un tema injusto y nunca voy a dejar de decirlo. Y reveló que todavía tiene una espina clavada: "Cuando juego al fútbol trato de darle una alegría a mi familia, que me hayan quitado esa posibilidad de jugar y de hacerlos felices a ellos es lo que más me duele. Sobre todo con la pérdida de mi hermana, que no me pudo ir a ver a jugar de nuevo a la cancha. Eso a uno le queda, esto fue muy injusto y no se lo deseo a ningún jugador".