Luciano Lollo explicó cómo afrontó su lesión desde que llegó a River, aseguró que se siente bien y se mostró confiado para volver rápidamente a las canchas.

Ezequiel Pirotti @tanopir

River se prepara en Miami para encarar un año muy exigente desde lo deportivo. El objetivo no es solo ese, sino también recuperar algunos jugadores que, en el último tiempo, por diversas lesiones, no han podido sumar muchos minutos en el primer equipo. Un caso es el de Luciano Lollo, que arribó a River a mediados de 2016 y jugó apenas nueve partidos por una dura lesión (ese mismo año se fracturó el quinto metatarsiano en Racing) y sus consecuencias, tal como lo explica: "Mi problema era que al pisar mal para evitar forzar el dedo gordo, cargaba peso hacia afuera y se abría el hueso". El defensor comentó cómo fue ese año y medio de complicaciones físicas. 

"Traté de ser fuerte, de aceptar rápidamente la situación y de buscar una solución. Todo el tiempo les preguntaba a los médicos “qué hacemos ahora, para dónde vamos”. A ellos, que se movieron muy rápido, les tengo que agradecer tanto como a los directivos, que siempre estuvieron pendientes de mi lesión, y a mis compañeros y el cuerpo técnico. Sin el apoyo de ellos hubiera sido muy difícil. Aunque mis sostenes más importantes fueron mi mujer y mis dos hijas. Ellas fueron los que peor la pasaron cuando en los días de reposo no podía ni pisar. Son muy chiquitas. Ellas son mi motor y las que me dan calma para no desesperarme por volver a jugar. Simplemente traté de compartir momentos con ellas pese a que estuve muchos días sin poder llevarlas a upa porque no podía caminar", explicó Lollo en una entrevista con Olé.

Por otro lado, el ex Racing apunta con hacer una buena puesta a punto en Estados Unidos y se muestra contento con su presente: "Ahora me siento muy bien y estoy haciendo la pretemporada completa con normalidad. Porque si bien el año pasado también la hice, tenía dolores y a veces no podía trabajar con el grupo. En cambio, ahora me estoy poniendo al nivel de mis compañeros, sufriendo un poco porque el laburo es duro pero son dolores del entrenamiento que disfruto porque quiere decir que estoy trabajando bien".

Por último, el central dijo unas palabras acerca de su regreso a las canchas: "No puedo decir una fecha, es cuestión de tiempo. Los que me conocen me bajan un cambio porque arranco la pretemporada con una expectativa y enseguida empiezo a las puteadas o me pongo mal porque quiero jugar ya. Ahí todos me dicen que no me olvide de lo que me pasó este tiempo, de lo que vengo viviendo y que tenga que ser paciente. Pero nunca me conformo y siempre quiero más. No me voy a conformar con estar entrenando bien si no puedo estar jugando. No voy a tener una sonrisa si estoy afuera. Es mi esencia, mi forma de ser, y obviamente no voy a dejar de trabajar hasta conseguir ese lugar. Tengo el desafía de jugar en este club, poder conseguir un título y disfrutarlo".