Resignó una fortuna para finalizar su vínculo con Real Zaragoza. Y un día después, tomó sus pertenencias, concretó algunos trámites y se tomó el avión rumbo al Aeropuerto Internacional de Ezeiza. A pesar del cansancio lógico por haber cruzado el Océano Atlántico entre las nubes, el volante central llegó con mucha ilusión: "Volver a esta institución no se da todos los días y me lo tomo como un desafío, con muchas ganas y con orgullo".

Entre mañana y el domingo, Ponzio se presentará con sus nuevos compañeros, más allá de que ya había compartido el plantel con Daniel Vega, Nicolás Domingo, Facundo Affranchino, Mauro Díaz, Gustavo Bou y Andrés Ríos durante su paso anterior. "Dejé muchas cosas, porque me abrieron las puertas ahora y en junio no sabía lo que podía pasar. Sentía que había cumplido un ciclo", explicó, en relación a su rescisión apresurada en España.

Compenetrado con los objetivos indispensables del conjunto de Núñez, el mediocampista de 29 años fue contundente: "Hay que ascender, sólo pienso en eso. Es un torneo muy difícil, pero los muchachos hicieron unos seis meses muy buenos. Hay que mantenerse arriba”. Ahora, Ponzio deberá instalarse en el país y dentro de unas horas sellará los documentos que lo transformarán oficialmente en el segundo refuerzo del Millonario, por tres años y medio.

Por Germán Balcarce