El 2 de marzo, en el 0 a 0 ante Quilmes, Carlos Arano sufrió la rotura del ligamento lateral externo de la rodilla derecha. Como ocurre siempre ante este tipo de lesiones, el cuerpo médico predijo que Chiche iba a tardar seis meses en volver a las canchas. Sin embargo, la recuperación ha sido récord. Es más: Arano quiso estar en las últimas fechas del torneo anterior.

Para Almeyda siempre fue un jugador clave. Y si bien alguna vez le molestó una cara de fastidio del lateral, el DT antepuso lo positivo que era -y es- para el grupo por encima de cualquier encono personal. "Una vez tiró la pelota lejos porque lo saqué del equipo", cuenta el Pelado en su libro, Alma y Vida. Hoy, con el panorama sombrío que hay en el lateral izquierdo, una zona que se quiere reforzar, Arano es el 3 de River. Sí, así de sencillo.

Porque Juan Manuel Díaz rescindirá su contrato a cambio de la deuda que tiene el club con él y se marchará a Nacional de Montevideo.

Porque Lucas Orban volvió de Tigre pero ansía irse ante una buena oferta o bien volver a Victoria.

Porque la contratación de Nicolás Tagliafico está muy complicada. El flamante presidente de Banfield, Eduardo Spinosa, contó la semana pasada que el pibe sería vendido al exterior. Para negociarlo en el mercado local cuesta dos millones de dólares, una cifra que en principio se invertiría en otro futbolista.

La alternativa a Arano es Diego Martínez, quien debutó de buena forma en la Copa Argentina.

Por todo eso, Arano, discutido y criticado, hoy es el 3 de River.