"Gallardo fue como un padre para mi en River"
Marcelo Gallardo fue el líder de un River que entró en las páginas más doradas de su historia con conquistas inolvidables para todos los hinchas. Un futbolista, que siempre se mostró cercano al Muñeco, recordó su trato y hasta reveló que no lo dejó irse del Más Grande cuando llegó una oferta de Europa.
"Era un problemón cuando te llevaba al confesionario, seguro algo no le había gustado. Te venían a buscar Biscay, Buján, Zinelli o el Profe Dolce y te iban anticipando algo, pero ibas cagado subiendo esa escalera caracol de metal", comenzó Zuculini recordando los llamados a la oficina de Gallardo.
Siguiendo sobre este tema, agregó: "A mí me mostraba en los videos cómo iba... y también cómo volvía, ja, ja. En el fondo te corregía y eran enseñanzas. Siento que Marcelo fue un padre para mí, me hizo competidor, me hizo querer ganar hasta un juego de mesa, me marcó conductas y situaciones de la vida. Por eso le estaré siempre agradecido".
"En River me ordenaron bastante, siempre fui de correr para todos lados como un loco, porque físicamente somos buenos los dos. Yo quería recuperar la pelota como un perro cuando sale a la calle y no tenía que correr a todos, porque River era un colectivo que funcionaba por sí solo. Eso me enseñó Marcelo, a entender los roles y jugar en equipo. Me acomodó y me hizo crecer un montonazo", recordó Zucu.
El día que Gallardo no dejó irse a Zuculini de River
El mediocampista recordó cuando llegó el llamado para volver a Italia: "Pretemporada en Orlando. Me había llamado Fabio Pecchia, el entrenador que me había llevado al Hellas Verona unos años antes. Estaba como DT en Cremonese, con la intención de ascender. “Tengo una chance concreta de ir a Cremonese, me gustaría hablarlo con vos, Marcelo”, le dije una tarde, al terminar una práctica. “Dale, después hablamos”, me respondió. Así me tuvo 4 o 5 días. Ni pelota me daba. Le comentaba que quería hablar y él me decía “después”. Yo quería liberarme, necesitaba una respuesta. Y nada".
"Hasta que en una práctica me recalenté y cagué a patadas a todos. Marcelo me vio enojado y me vino a hablar. “¿A dónde te querés ir, Bruno?”, me preguntó. “Al Cremonese”, le respondí. “¡¿A dónde?!”, me dijo en tono más alto. “A Cremonese”, volví a responder, pensando que no me había entendido. “¡¡¡¿Adónde?!! ¡¿Cre-mo-ne-se?! Si estás en River, ¿cómo vas a ir al Cre-mo-ne-se? ¡Vos te quedas acá conmigo!”, me largó. “Listo, Marcelo, me quedo acá"", cerró Zucu en diálogo con La Nación.