River se llevó un empate de la Bombonera y dejó la sensación de que tiene más para dar. El 24 se define en el Monumental. Pratto empató en primera instancia e Izquierdoz, en contra, puso el 2-2 definitivo.

Pasó la primera final de la Libertadores y el empate terminó siendo negocio para River. El equipo empezó bien y se fue descompensando en un primer tiempo del que se fue mal. La cuenta la abrió Ábila después de una desatención en defensa: Martínez Quarta no lo cerró el delantero aprovechó el rebote de su propio remate para gritar el primero.

Acto seguido, Lucas Pratto aprovechó la salida después del gol para empatar y marcar su primer gol a Boca, nada menos que en una final. El segundo tiempo encontró al equipo que dirigió Biscay con el apuro de empatar y el envión anímico que había perdido en la primera mitad sirvió para poner en tablas el encuentro con el gol de Izquierdos, producto de un tiro libre de Pity Martínez, de gran partido.

Otra vez el Millonario mostró su lado más combativo cuando estuvo contra las cuerdas y Armani se redimió tapándole a Benedetto un mano a mano que modificaba radicalmente el resultado y le daba al delantero que anotó de cabeza, su segundo gol en la cuenta personal.

Hubo rendimientos bajos e inesperados, pero en una serie de 180 minutos el haberse ido con un empate en un partido en el que se perdieron chances claras, terminará siendo, con el correr de los días, más positivo de lo que parece, teniendo en cuenta que el único amonestado que se pierde la vuelta es Borré.

El final está abierto y en el Monumental se definirá la historia. River recuperará dos figuras y la batalla contra lo mejor que tiene Boca ya pasó. Queda un paso más y la gente tendrá que hacer su parte en la última final ida y vuelta de la historia de la Copa Libertadores.

A esperar...