Amadeo Carrizo repasó su carrera y analizó el presente de River. El presidente honorario dejó varios títulos para repasar.

Gustavo Gallardo Kuster

@gallargus

Una leyenda viviente como Amadeo Carrizo siempre debe ser escuchado con antención, y esta no es la excpeción a la regla. El mítico arquero de River y actual presidente honorario charló con La Nación y dejó ver que su relación con el club está igual que en su mejor momento como jugador.

"Quisiera ver a mi River siempre en la cima: jugando, haciendo goles, siendo imbatible, me pongo nervioso cuando juega. Es difícil porque se ha equiparado un poco el fútbol. Los clubes chicos se han preparado para combatir a aquellos equipos que tienen mejor técnica", suelta a modo de reflexión. Y agrega: "Ahora el entrenador y los jugadores van sabiendo todo y pueden anular la habilidad del adversario. Antes uno se enteraba cómo jugaba el rival cuando empezaba el partido. La televisión deschavó muchas cosas".

Hablar de la actualidad del Millonario sin pasar por Napoleón es imposible, y Amadeo lo llenó de flores, además de analizar el presente del equipo: "Es un muchacho fenomenal. Se nota que entiende y quiere a River. Pero yo siempre digo que las grandes figuras son las que hacen al equipo. Gallardo es una persona muy necesaria y ha hecho méritos para juntar una familia, para fomentar el compañerismo. Eso es muy importante, porque si no te noto bien, te voy a ayudar para que te vayas desahogando. River tiene muy buenos jugadores, pero falta algo. El fútbol se ha emparejado todo, y entonces a River le juegan al contragolpe. Y River es un equipo que históricamente sale a ganar. Y por ahí recibe un gol o pasa un sobresalto y ahí viene el apremio, y se queda. Y el equipo contrario se agranda. Pero yo confío en los muy buenos jugadores que tiene y Gallardo es útil. Pero los pingos tienen que responder en la cancha".

También se imaginó atajando en el fútbol argentino actual y contó cómo se vería: "Creo que atajaría de sobra (risas). El puesto de arquero no ha cambiado nada. Al contrario. Veo partidos en el que la pelota llega dos veces al arco. Y eso ya es beneficioso para el arquero, que no está siendo vapuleado constantemente para que le marquen".

Finalmente, opinó sobre los puntos más salientes en el partido ante Olimpo de la última fecha: "No se puede decir mucho de Armani porque prácticamente no fue exigido ante Olimpo. Descolgó bien un par de centros, pero el puesto requiere tantas variantes que recién en diez partidos podría evaluar sus condiciones. Para ser un gran arquero hay que tener varias cualidades: ser felino y ágil en el arco, tener capacidad de anticipo, leer bien la jugada, adivinar lo que va a hacer el rival. Ante Olimpo no hubo jugadas suficientes como para evaluarlo. Ojalá tenga un nivel sobresaliente, tanto por él como por River", subrayó. Y sorprendió bancando a otro arquero que ya no está: "Mi pollo es Batalla, que es muy buen arquero".

También hubo un párrafo aparte para el gol de Scocco y una comparación interesante: "Sobresaliente fue Scocco; me hizo acordar de una gran jugada de Vicente De la Mata, allá por el año 38 o 39. Se gambeteó a 7 o a 8. A Scocco le faltó gambetear nada más que al árbitro. ¡Qué golazo, papito!".