Bajó la espuma de la victoria ante Tigre y quedaron los comportamientos antideportivos de Carlos Sánchez. El no los desconoció y en diálogo con ESPN hizo su descargo: "Fue una situación fea, estoy muy arrepentido y no lo volveré a hacer".

Más allá de que su rendimiento es de lo más flojo del plantel, Ramón confía en él. En el esquema que pergenió para su equipo, el uruguayo cabe a la perfección como lateral volante. Quizás por eso, devolvió la pared. "Ramón nos pide que no bajemos los brazos, cierto. Pero más nos pide que no nos desordenemos. El año pasado, con Matías (Almeyda) este partido lo perdíamos por infantiles", dijo. Y, agregó: "Hoy maduramos por eso creo que el partido del domingo, si estuviera Matías, quizás también lo dábamos vuelta. Aprendimos a no desordenarnos. Antes nos metían un gol y, por la desesperación, no pateábamos más al arco rival".

Por otro lado, analizó su rendimiento. "Ramón me pide que esté más arriba y me falta pensar más la jugada para después ejecutarla. Sé que tengo que mejorar en el tema de los centros y también en hacer el pase distinto en los últimos metros, eso también depende del delantero que quiera recibir", explicó.

Y cerró: "Leo (Ponzio), para mí y para todos, mismo David (Trezeguet), son los abanderados de este grupo. Adentro y afuera, siempre nos dan lo bueno y lo malo, siempre para mejorar.