En su coqueta casa de San Isidro, y por espacio de apenas media hora, Daniel Passarella recibió a Matías Almeyda y a todo su cuerpo técnico para arreglar la posible desvinculación del técnico de River. “Fue una buena reunión. Hasta el domingo voy a seguir, después no. Si Dios quiere, dirijo contra Lanús", dijo a las apuradas mientras se metía en su camioneta. Clarito, por si había dudas. Se sentará en el banco con el Grana y se terminará la historia tras 61 partidos.

Está claro: Almeyda se quiere despedir del hincha en el Monumental. A eso accedió Passarella, quien ya le había bajado el martillo. Solo faltaba ponerle una fecha al final. Sensible por la noticia -Almeyda no quería renunciar-, el técnico tuvo que esperar un guiño del máximo dirigente para poder cumplir con su deseo.

Sobre la calle Avellaneda, en Las Lomas de San Isidro, el Kaiser compartió un almuerzo breve con el Pelado y todo su cuerpo técnico: estuvieron Gabriel Amato, Carlos Roa, José Chamot, Alejandro Kohan, Ariel Holan, Gustavo Ríos y Guido Bonini. También estuvo el representante del técnico, Santiago Hirsig.

"Después se decidirá lo mejor para el club", fue otras de las frases lanzadas por el Pelado en plena calle. Y avisó que luego del entrenamiento, que comienza a las 17 hs en Ezeiza, dará una conferencia de prensa. En la misma estará el Kaiser. ¿Se prenderá el ventilador o se buscará la salida más elegante posible?