Lucas Martínez Quarta explicó cómo fue su llegada a las inferiores de River, contó que en un momento tuvo ganas de emigrar del club, y habló de la exigencia con la que encara todos los partidos.

Ezequiel Pirotti @tanopir

La virtud principal de River siempre ha sido sacar de sus inferiores grandes jugadores de mitad de cancha en adelante, pero en el último tiempo se ha caracterizado por hacer surgir centrales de grandes cualidades. Lucas Martínez Quarta es, sin dudas, uno de ellos. El defensor, que no hizo todas las inferiores en el club, habló del día en quedó seleccionador para jugar en el Millonario.

"Yo estaba viviendo en Mar del Plata así que fui y me presenté en un prueba que estaba haciendo River. Al final del día me dijeron que había quedado seleccionado. En ese momento sentí que se me estaba cumpliendo el sueño que tenía desde chico. Llegué en un edad atípica al club. Gracias a Dios se me pudo dar, trabajé mucho para eso y por suerte se me dio", soltó el Chino en una entrevista con Humanizados.

A su vez, el defensor agregó: "Vine a River con el bolso lleno de ilusiones. River es mi segunda casa. Llegué hace cinco años y sinceramente paso más tiempo en el club que en casa". 

Por otro lado, el central no ocultó sus ganas de irse de River por no tener lugar en la Primer, pero aseguró que una persona fue importante para que él continuara: "En un momento subí a Primera, en 2015, donde estuve un mes. Luego me volvieron a bajar. Ahí me pasaron un serie de cosas que me impidieron volver hasta 2016. Sentí que no iba a poder tener un lugar de vuelta y estaba pensando buscar otro destino. Luigi Villalba (entrenador de la Reserva) me aconsejó y me dijo que espere. Gracias a Dios se me dio la posibilidad". 

Ya asentado en en el primer equipo, Martínez Quarta se refirió a la exigencia con la que encara el día a día: "Soy muy exigente conmigo mismo. Quizás hago un buen partido, pero me quedo pensando en la jugada que me equivoqué. Por eso la importancia de los entrenamientos, sirven para mejorar las virtudes".