Apenas cinco partidos le sirvieron a Eder Alvarez Balanta para demostrar su valía. Sus escasos 20 años no se condicen con la solvencia que presenta en la defensa del equipo más grande de Argentina y, en diálogo con Rock & Closs, explicó: "Cuando entro a la cancha me transformo".

"Cuando entro a la cancha me transformo"

Pelea palmo a palmo con los rivales como si no hubiese diferencia de experiencia. Con un puñado de minutos se acomodó en el equipo de Ramón y a fuerza de actuaciones estelares y goles claves se convirtió en un intocable. Sobre eso, remrcó: "Soy muy joven, debo seguir aprendiendo. Pero, desde ya, las cosas se me están dando muy rápido y estoy pudiendo asimilarlas. Estoy muy feliz y espero seguir aportando en mi trabajo".

Por otro lado, quitó responsabilidades a la última línea por el gol de Boca. "Erviti se venía cayendo y para que no se la saquen, la puntea. Le quedó a Silva y fue gol pero no hubo una desatención ni un error de alguno", dijo.

La pequeña porción de partidos que tiene sobre el lomo no le nubla la vista y, acorde a la historia del club, analizó el empate en el Superclásico. "No nos convenía ese resultado. Etamos mentalizados en salir campeones y este fue un paso atrás. Además podríamos haberlo liquidado en el primer tiempo. Nos fuimos amargados", soslayó.

Y, en cuanto a una eventual partida al fútbol italiano, concluyó: "No tengo idea. Sería una bendición, claro. Pero yo tengo la cabeza aquí y quiero seguir haciendo lo mejor que pueda por River. Soy muy joven y debo seguir aprendiendo".