Gallardo habló de la final histórica en Madrid pero puso el foco en cómo repercutió en el desempeño de River posteriormente y reconoció cuánto les afectó en el Mundial de Clubes.

La segunda parte del podcast de Juan Pablo Varsky tuvo a un Gallardo reflexivo en cuanto a lo hecho en Madrid. Es que Napoleón no dudó en dejar ver la felicidad que le provocó tamaña victoria, y analizó cómo se dio, pero a la vez dejó en claro que entendió por las malas que había que dejarlo atrás rápidamente.

"Pensé que iba a ser una final abierta, a pesar de que se vaticinaba que iba a ser un partido cerrado. Sin embargo, pasó lo opuesto. Nosotros buscamos conociendo cuál era el parámetro del rival y decidimos jugar con tres en el fondo y poner los laterales más adelante para atacar a sus extremos. La idea fue tener mayor superioridad numérica por los costados".

"Con las derrotas en Superliga reafirmé que todavía teníamos la cabeza en Madrid"

"El cambio de Pavón modificó un poco el trámite y el partido se emparejó", agregó el DT de River, quien se refirió al polémico cambio de sede.

"El escenario cambió y las tensiones fueron otras en Madrid. Ninguno de los dos equipos estaba suelto a jugar. Había mucho inhibición. También no conocer el terreno fue una desventaja deportiva para River, porque no es lo mismo jugar en nuestra casa. Nos llevaron a un terreno neutral".

Asimismo, aclaró los dichos que generaron la versión de que iba a dejar de estar al frente del Millonario:

"Se ve por televisión que, una vez finalizado el partido, dije que no había nada más después de esta final. Pero no me estaba refiriendo a que yo podía irme, sino más a una expresión de felicidad", sostuvo.

"Con las derrotas en Superliga reafirmé que todavía teníamos la cabeza en Madrid"

"El día después del festejo en Madrid recuerdo que le dije a los jugadores que si no nos sacábamos de la cabeza semejante victoria, en el Mundial de Clubes la podíamos pasar mal. Pero no se pudo, yo la quise prever, pero hay cosas que son naturales sentirlas", reveló el Muñeco.

Por último, dejó ver la preocupación que le generó el arranque irregular en el ámbito local y explicó que supo enseguida a qué se debía: Cuando tuvimos tres derrotas seguidas por Superliga, ahí reafirmé que todavía estábamos con la cabeza en lo de Madrid. El tiempo había sido poco. Es totalmente natural".