Por Tomás Kunz (@TomasKunz_)

Hace casi un año (dejó River a mediados de noviembre) que Marcelo Gallardo está alejado de su ambiente de trabajo, disfrutando de sus vacaciones y sus hijos. Se sigue juntando con ex River, como Rodrigo Roma, con quien juega al Padel casi todas las semanas, pero aún no volvió al Monumental en lo que va de la nueva dirección técnica de Martín Demichelis. Lo más "cerca" que estuvo del club fue en la inauguración de su estatua, que se hizo primero con una reunión en el Museo River y luego en las afueras del club.

Pero está alejado por decisión propia de esperar al desafío ideal, porque ofertas para dirigir clubes no faltaron y le llovieron de España, Brasil y Francia, donde decidió no aceptar la propuesta del Olympique de Marsella para ser el nuevo técnico, entre otras cosas por como se manejó el tema con la prensa. Esa fue la última hasta esta semana porque el Muñeco volvió a rechazar una propuesta de un club de Europa y esta vez se trata del Villarreal de España.

Según informó Germán García Grova, Gallardo decidió no ser el reemplazante de Enrique "Quique" Setien en el Submarino Amarillo (perdió tres de cuatro partidos disputados en el arranque del semestre en La Liga) tras la búsqueda desesperara de la dirigencia y seguirá, por ahora, sin dirigir a ningún club. No está desesperado y se lo nota al rechazar tantas ofertas (algunas más concretas que otras) de dirigir en el Viejo Continente. Mientras tanto, cada vez que puede va al River Camp a ver a Santino, su hijo, que juega en la Sexta División del Millonario.

El Muñeco estuvo la semana pasada en River Camp viendo a las Inferiores y a su hijo Santino.