Uno de los jugadores que más resaltó en los Superclásico de la era Gallardo fue el Pity Martínez, que confesó que sentía mucho respeto de Boca en los duelos mano a mano.

Los duelo mano a mano estuvieron más que presentes en la era de Marcelo Gallardo y uno de los futbolistas que mejor los supo jugar fue Gonzalo Martínez, que confesó el respeto que Boca le tenía a River dentro de la cancha y contó la importancia del trabajo diario del Muñeco.

El Pity disputó 163 partidos con la banda, donde convirtió 35 goles y ganó ocho títulos, siendo un jugador que siempre rindió en los Superclásicos.

"Boca nos tenía mucho respeto. Nos tenían más respeto en la Bombonera porque ellos estaban seguros de lo que íbamos a hacer. Y yo estaba confiado en que las coas me iban a salir bien. Cuando salí a la Bombonera con esa mirada era para marcar que estábamos ahí presentes y que nos respetaban", comenzó el Pity Martínez.

Y recordó sobre el tercer gol en Madrid: "Perdí el conocimiento cuando estaba corriendo, quería tener ojos de la nuca porque escuchaba a mis compañeros, el murmullo de la gente. Estaba acalambrado antes de esa corrida, pero ese gol fue un desahogo total de saber que la Copa ya se terminó y que era nuestra para siempre. La locura fue tan grande que hasta gente me llama porque le pone Yvael a sus hijos, por el famoso relato".

En diálogo con ESPN, confesó: "Me hubiese quedado a vivir en River. Si estábamos en otro momento de la Argentina, pero yo no estaba salvado, ni nada. Más allá de uno querer triunfar en el fútbol, uno quiere vivir tranquilo y que su familia no pase lo que uno paso. Me encantaba la exigencia".

Su relación con el Muñeco

"El Muñeco es un DT para Real Madrid y Barcelona, por como maneja el grupo y como entrena; como respeta al chico y al grande. Tiene mucho valor lo que hace en el día a día, después lo que jugamos en la cancha somos nosotros y la culpa es del jugador", elogió el mediocampista a Gallardo.

Siguiendo sobre la importancia del plantel que generó el técnico, señaló: "Marcelo no estuvo en dos partidos decisivos nuestros, ahí vez la fortaleza del equipo. Llegó un momento que el equipo miraba al banco y estaba tranquilo. Después el convencimiento del equipo y la confianza, teníamos tres jugadores que eran como Marcelo: Leo, Enzo y Jony, unos fenómenos". 

Por último, contó la confianza que depositó el entrenador en él: "Marcelo sabía que era un poco resistido y lo hablamos, pero yo le decía a él que esté tranquilo y que siga confiando en mí porque quería ser el 10 de River, y me brindó siempre su confianza".