La era de Marcelo Gallardo en River tuvo miles de momentos únicos, que quedaron en la retina del hincha y en la rica historia que posee el club. Pero si hubo un punto de inflexión, fue la Sudamericana de 2014.

El Más Grande venía jugando muy bien y era serio candidato. En la semifinal, llegaba Boca y los Superclásicos siempre son partidos apartes. Marcelo Barovero, aquel noviembre de 2014, entró en la historia del club al atajar un penal para que el Monumental explote.

"Apenas cobra el penal Delfino ni siquiera voy a protestar", comenzó su relato Trapito sobre como vivió ese momento y reveló algo que trabajó con el cuerpo técnico: "Me alejo totalmente del arco y mediante diferentes técnicas de respiración que nos enseñó Sandra Rossi buscaba tener la lucidez suficiente en ese momento tan difícil".

En diálogo con TyC Sports, Barovero señaló sobre el penal: "Arrancaba el partido y es un momento de tensión, ahí es cuando más cuesta respirar. Imagínate a los 20 segundos y tener esa situación, me aferre a ese trabajo". Minutos más tarde, llegaría el gol de Pisculichi.

Claro está que ese penal marcó un quiebre para bien puertas adentro en River y eso reveló Barovero: "El penal a Gigliotti es el momento individual más fuerte de mi carrera en River. Pero en ese instante quedaban todavía casi 90 minutos de partido y no pude disfrutar a pleno. De todas maneras, terminó siendo mucho más importantes luego quedarnos con la Sudamericana".

"Ese triunfo marcó un antes y un después en el plantel. Porque una derrota nos hubiese hecho tambalear anímica y futbolísticamente. Después de eso vinieron todos los logros seguidos, el grupo tomó más confianza y no paramos de ganar cosas", cerró Trapito.

Por Gonzalo Pontevedra (@gonzalopontevedra)