“Si River me necesita, estoy a disposición”
Siempre que habla, hace ruido. El corazón del hincha se paraliza, deja de hacer sus cosas para escucharlo, con la ilusión de que anuncie un posible regreso al Monumental. Él es Ramón Ángel Díaz.
En el programa Marca y Presión (TyC Sports), el riojano se refirió a la situación que vive Almeyda: “El Pelado tiene dedicación y trabajo. Yo estoy a disposición, pero hay que darle la oportunidad a él para que pueda triunfar”.
Además, se refirió a Passarella, con quien tuvo una muy buena relación en el pasado, a pesar de estar distanciados actualmente: “Hemos compartido muchísimas cosas en la etapa de jugador. Me tocó compartir un montón de cosas con él y su familia. Después hubo cosas que no me gustaron y nos distanciamos. ¿Si tuvo responsabilidad en el descenso? Creo que sí, principalmente en no incorporar como debía el campeonato que se bajó de categoría”.
A la hora de elegir responsables, no se olvidó de José María Aguilar y Mario Israel: “El periodismo y el hincha los conoce. Podrían haber hecho cosas que no hicieron. No querían que River saliera campeón en el 2002 para poder echarme. De todas formas lo hicieron porque querían ser diferentes. Y lo fueron… Hoy no pueden pasar ni por Figueroa Alcorta”.
A pesar de apoyar a Almeyda, Ramón nunca entendió por qué dejó ir a Cavenaghi y al Chori Domínguez: “Es muy difícil conseguir jugadores de esa categoría. Uno goleador y el otro muy desequilibrante. Me hubiera gustado que se queden. No entendí por qué se fueron después del sacrificio que hicieron para volver al club, pero hay que respetar la decisión del entrenador”.
El ídolo millonario no se olvidó de Ortega, con quien logró la Copa Libertadores en 1996: “Le ha dado muchísimo a River, por eso la gente lo ama. Ojalá tenga la oportunidad de despedirse en el Monumental, como todos los grandes del club, y me encantaría que me invite a su despedida”.
Por último, le dejó un mensaje al hincha de River: “Desde que me fui, el hincha pide por mí. Algún día vamos a volver”. Clarito, auténtico, a lo Ramón.
Por Matías Navarro García