Por Nicolás Bozonchuk (@nicobozonn).

El Mundo River te consume lentamente, a propio y ajenos. Es muy complicado sobrevivir sin desgastarte, sobre todo estando siempre en el foco de todos. La historia del club pone en la espalda de miles de jugadores una mochila dificil de soportar.

Es por eso que cientos de jugadores vistieron el Manto Sagrado sin pena ni gloria, y hoy mantienen recuerdos que no lograron tener ese valor y esa jerarquía que buscan al llegar a Núñez. En la era de Marcelo Gallardo, es interminable la lista de jugadores que llegaron como apuestas y que luego se terminaron marchando por la puerta de atrás en silencio.

Iván Rossi Banfield en River no llegó a dar la talla Más Grande.

“Me afectaron porque me tomaron muy de chico, no venía curtido porque había empezado a jugar de grande. Pasé de estar un año en la Primera de Banfield a River, me costó ese salto. Cualquier cosa que hacías o decías salía en todos lados. Soy de perfil bajo y no es que me gusta declarar o vender humo, pero lo que más me afectó fueron las opiniones de la gente. En Banfield me fue súper bien y si me puteaban eran uno o dos. En River se magnifica todo y era duro que en vez de dos te putearan cien", detalló Rossi sobre cómo sobrellevó su cambio de club.

"Gracias a Dios siempre tuve una muy buena relación con él (Leonardo Ponzio) que también jugaba en mi posición y me decía: ‘A mí hace cinco años acá en River me puteaban y ahora soy el ídolo. Tratá de no darle tanta importancia a las redes porque es gente que no conocés y no sabe de tu trabajo’. Ahora ese discurso que me dio Leo intento transmitirlo a los chicos", 

"A nadie le gusta que lo puteen todo el día, pero uno se acostumbra, lo toma natural y no le da bola aunque molesta porque es tu trabajo. También cuando te dicen: ‘Hay que ganar en este club’. Los que primero quieren ganar somos nosotros porque nos da prestigio, es nuestro laburo y ganamos plata por esto. Yo entiendo al hincha porque lo fui, tengo amigos que son enfermos de sus clubes también y quieren que su equipo gane, pero al que le cambia de verdad la vida por ganar un partido o lograr una clasificación es a nosotros", agregó el volante con pasado en Huracán sobre la intensidad del hincha.

La diferencia entre el hincha argentino y el europeo: 

"Nacimos en Argentina y estamos acostumbrados a vivirlo así. A mí me tocó jugar en Europa y nunca me insultaron. Si te putean es por redes y hasta ahí nomás. No va la gente sacada a la cancha ni ves nenes puteando, es otra cultura. Nosotros nacimos así y por eso los jugadores que se van al exterior logran ser todos capitanes y se vuelven reconocidos”, cerró.

En el club, Rossi llegó para la segunda parte del 2016 y jugó hasta mediados del 2018. Con la banda roja disputó un total de 20 partidos, sumando 1.037 minutos en cancha. Formó parte de los planteles campeones de la Copa Argentina 2016 y 2017.