La Selección clasificó a octavos del Mundial con un gol agónico de Marcos Rojo, tras un centro de Mercado, en un partido donde Messi y Armani fueron figuras.

La zurda de Dios, las manos de Armani y la diestra de Rojo. Esos tres factores sentenciaron la clasificación agónica de la Selección argentina en el Mundial de Rusia, donde se ganó 2-1 faltando 3 minutos y se pasó de ronda.

El 10 clavó el primero con el que se cerraron los 45 minutos iniciales, tras un gran pase de Banega y un buen nivel de Mercado, Higuaín y Enzo Pérez, sumándose Armani, quien casi no tuvo actividad en el comienzo del encuentro.

En el segundo tiempo, un penal por una falta inventada de Mascherano le dio la igualdad a Nigeria, pero apareció nuevamente el 1 de River en todo su esplendor para sostener a la Selección en el momento más difícil, con un mano a mano increíble y descolgando cada centro que llovió en el área.

Sobre el final, cuando la ilusión se esfumaba, Mercado tiró el centro desde la derecha para que Rojo convirtiera un gol que se gritó en todo el mundo.

¡Ahora se viene Francia y, con el alma riverplatense de la Argentina, soñamos todos!