David Trezeguet hizo su gol más importante desde que está en River. Aunque hoy le pegó mal, en ninguno necesitó parar la pelota para rematar. Un distinto.
Cada fin de semana que pasa se buscan adjetivos para la categoría de David, pero cada vez es más difícil encontrar palabras que puedan describir la jerarquía que el delantero muestra adentro de la cancha y con cada definición.
Con el de hoy, Trezeguet llegó a su noveno gol en 13 partidos que lleva disputados en River. Toda una marca para un jugador que, además, siempre convirtió a un toque, sin darle chance de pensar a los defensores o al arquero.
En el campeonato convirtió ante Independiente Rivadavia, de cabeza, luego de un centro de Abecasis; a Desamparados, con pase de Cavenaghi; dos ante Defensa y Justicia, el primero de cabeza tras un centro de Sánchez, y el segundo tras un rebote del arquero; a Deportivo Merlo, también aprovechando un rebote del guardameta; a Ferro, el primero de penal y el segundo un golazo increíble, de aire; y a Instituto, incluso pegándole mal a la pelota. El grito ante Quilmes, por la Copa Argentina, después de la asistencia de Gabriel Funes Mori, completa la lista.
En ninguno necesitó más de un movimiento. En todos demostró la clase de jugador que es. ¿Qué más decir? Solo disfrutar. Chapeau, David.
Por Antonella Valderrey