Boca ya tiene decidido ganar la Copa en el escritorio y se apoya en operaciones mediáticas para fortalecer su postura. Desde videos apócrifos hasta programas especiales armados para ensuciar a River. La intención de no jugar está muy clara.
La sucesión de hechos que se dieron desde el sábado 24 de noviembre cuando se suspendió (por primera vez) la final en el Monumental, fueron cambiándole el eje a la cuestión y se pasó de hablar de un partido a reprogramar por los hechos de violencia a tener que analizar si lo que pasó fue exactamente como Boca lo plantea o no. Desde el momento en que el micro sufre una agresión llegando a Lidoro Quinteros, Boca parece haber decidido que el partido no se jugaría, pero no solo ese día, sino jamás.
La prueba es la poca transparencia en torno a la afección del volante de 33 años, la implicancia de Heriberto Marotta, médico y vocal de Boca, la postura que el plantel obligó a tomar al presidente de Boca pese al pacto que firmó y las claras operaciones que le sucedieron.
Desde fotos y videos en los que no se refleja lo relatado hasta un programa especial armado para señalar “material revelador” que no es tan claro como se vendió. La postura del club rival es clara: no quieren jugar el partido contra River y desean cobrar venganza por lo ocurrido en 2015 y están convencidos de que se quedarán con la Libertadores “por escritorio”.
¿Atacaron al micro de Boca desde el estadio de River? Mirá el video… #EnVivo https://t.co/9hyRqDxXZN pic.twitter.com/RuSlvsAsgQ
— América TV ? (@AmericaTV) 27 de noviembre de 2018
El especial en América, conducido por Gustavo López y Alejandro Fantino mostró un clip en el que halaban de una “lluvia de piedras” llegando al Monumental. Lo cierto es que nada de lo mencionado se puede ver, pero sirvió y sirve para alborotar al hincha Xeneize que se divide entre reclamar los puntos y tratar de ganarlo limpiamente. La posición tomada por el plantel es otra y eclipsa las distintas opiniones.
Tato Aguilera decidió compartir un video en el que se ve a un hincha abriendo y cerrando la mano con sus dedos juntos, haciendo la clásica señal de “cobardes” dirigida al micro de Boca. Para el periodista, que tiene al hombre señalado con un círculo rojo, lo que está pasando es que se arroja gas pimienta que (atención) llegaría hasta el micro de Boca, pero increíblemente no afecta a las personas que lo rodean. Las órdenes son claras.
Hincha -en el Círculo rojo- de #River tirando gas al pasar el micro con los jugadores. #BocaJuniors sigue reuniendo pruebas y toma todo lo qué pasó el sábado como un ataque premeditado, también se lo llama una #emboscada. pic.twitter.com/wgsbtTqeUX
— Leandro Aguilera (@Tato_Aguilera) 26 de noviembre de 2018
Yendo más lejos, ¿Aguilera insinuó que balearon el micro?
#BocaJuniors presentó en la #Conmebol más pruebas que tienen que ver con videos y fotos del ataque al micro. Esta es una de las fotos: parante delantero con orificio por elemento no identificado en la que las pericias definirán de qué es. pic.twitter.com/C7YiUatoiF
— Leandro Aguilera (@Tato_Aguilera) 27 de noviembre de 2018
El mismo video fue compartido por Martín Arévalo, también asegurando que el hincha era capaz de hacer llegar, desde ese gas pimienta imaginario, algo al micro. Nuevamente la bajada de línea presente. Ese video presentará el club en Conmebol para forzar que no se dispute el partido.
¿Y Pablo Pérez?, se sabe cómo llegó al Monumental y en el medio se pierde el rastro: reapareció con el ojo parchado y nadie más que un dirigente de Boca pueden certificar lo que le pasó. A pesar de que el parte médico que firmó de puño y letra Batista no habla de lesión en el ojo.
Así llegó Pablo Pérez al Monumental pic.twitter.com/z0cMXDtnCl
— Iñaki De San Vito (@idesanvito) 26 de noviembre de 2018
Intentarán valerse, literalmente, de lo que sea (tienen apoyo, casualmente, de los clubes que amenazaron con formar la Liga Sudamericana de Fútbol) para buscar lo que pretenden: venganza, jamás justicia por ningún hecho de violencia sobre el que todavía no se emitió juicio sobre cuánta responsabilidad tiene el Millonario. Por lo pronto, Martín Ocampo, amigo ínitmo de Angelici y ahora ex ministro de seguridad, reconoció su responsabilidad en lo ocurrido.
Boca, por su parte, no se mueve de su postura de no jugar y pone como única opción quedarse con la Copa por decisión del Tribuna de Disciplina. Van por todo y sin medir consecuencias.
Continuará…