Un día como hoy, pero en 2015, el River de Gallardo conquistaba América y cerraba un torneo en donde supo sobreponerse a todo.
En la mente de los hinchas de River, el 5 de agosto siempre será un día de lluvia y marcado por la felicidad. Es que fue la concresión de un torneo que tuvo todos los condimentos, incluído la pimienta.
Fue una fase de grupos más que particular, en la que se estuvo al borde de quedar eliminado, hasta que Tigres, sin saberlo, le daría una mano al equipo que lo complicaría en la final, al ganarle a Juan Aurich en Chiclayo. Esa noche, el 3-0 empezaba a ser protagonista.
Un superclásico en octavos, la vergüenza mundial del gas pimienta para suspender un partido que tenía al Millonario arriba en la serie (1-0 la ida con gol de Sánchez) y un pase a cuartos en medio de un conflicto. En Brasil se hizo historia después de perder la ida y el 3-0 en Belo horizonte sacaba chapa de campeón.
En la semifinal se sacó el pasaje al partido más importante con un empate 1-1 en Asunción después de haber ganado la ida 2-0.
Y la noche que no saldrá del recuerdo de nadie llegó Fue un partido de película, con la lluvia como protagonista y el último partido del Cavegol, que eligió el encuentro decisivo para despedirse. El resto es historia, Gallardo demostró que su equipo era cosa seria y su ciclo empezaba a desconocer los límites.
A 3 años de esa noche, vale la pena recordar el tercer 3-0 de esa Copa; el que hizo feliz a todo el pueblo Millonario.