Un 13 de julio, pero de 2013, Ariel Ortega jugaba su partido despedida en el estadio Monumental, en medio de una multitud Millonaria.
Ezequiel Pirotti @tanopir
No sabemos si aquel 13 de julio de 2012 habrá sido uno de los días más tristes en la memoria del hincha de River, pero, sin dudas, verlo a Ariel Ortega por última vez con la camiseta del Millonario, jugando un partido en el Monumental, no iba a ser fácil de soportar. El Burrito siente, huele, transpira los colores blanco y rojo. De muy chico, cuando tuvo que venir desde Jujuy para probar suerte en el fútbol, no hizo otra cosa más que demostrar que había nacido para pertenecer al Más Grande. Su casa estaba en Núñez.
El Burrito, hombre de Selección Argentina, debutó en River en 1991, donde jugó hasta 1996. Luego pasó por Valencia (1997-1998), Sampdoria (1998-1999), Parma (1999-2000), y regresó a su hogar en el año 2002. Dos años después, jugó en Fenerbache (2002-2004). Entre 2004 y 2006 fue a Newell’s, donde se consagró campeón. En 2006 retornó al Más Grande, para luego, en 2008, continuar su carrera en Independiente Rivadavia (Mendoza). Pero pocos meses le alcanzaron para ponerse nuevamente el Manto Sagrado (2009-2010). All Boys (2011) y Defensores de Belgrano (2012) fueron sus últimos clubes.
Pero volvamos al 13 de julio de 2012. Una multitud se hizo presente para darle el último adiós a Ariel Arnaldo. Muchas figuras acompañaron al hombre que consiguió siete títulos con el Millonario. Eso sí, más allá de que los años ya no eran los mismos que tenía en su primera etapa en el club, el Burrito demostró en su despedida que hay algo que nunca va a peder: las gambetas y el amor por River.
“Le agradezco a dios por hacerme hincha de River”, cerró.