Un River para nada efectivo sufrió más por la falta de efectividad que por la altura y cayó 3-0 con Jorge Wilstermann. Está obligado a la hazaña en el Monumental para salvar la clasificación.
Es esperaban problemas de altura en Cochabamba y el resultado sorprendió. Un River que no tradujo lo hecho desde el juego en el restultado complicó sus chances de pasar a semifinales. El primer tiempo fue todo para Jorge Wilstermann y el recurrente problema de las pelotas aéreas le pasó factura al equipo de Marcelo Gallardo. Zenteno adelantó al equipo Boliviano y, lejos de mejorar, el Millonario se complicó más.
La segunda mitad tuvo un cambio de actitud que invitó a soñar, pero Álvarez aumentó la diferencia, de cabeza, y todo se hizo cuesta arriba. De yapa, dos situaciones más que claras que Nacho Scocco no pudo concretar increíblemente, dejaron la moral por el piso. La falta de un referente de área y de peso, se notó.
Con el Pity Martínez, Ponzio y Enzo Pérez como puntos más altos (en ese orden), el funcionamiento del Millonario fue y es ,lo único que sostiene la chance de una remontada en el Monumental después del 3-0 de Machado, que fue un poco más injusto que el hecho de no haber plasmado en el marcador todo lo que se generó en el segundo tiempo. Queda esperar y soñar con un milagro futbolístico, para tratar de afianzarse y enderezar un equipo que empezó como candidato, pero se desdibujó por las salidas de Driussi y Alario, justamente dos de los jugadores que le dieron ese mote a un River que, esta noche, no estuvo a la altura.