River perdió el partido menos importante del semestre y ahora deberá pensar en Rosario Central.
El equipo no invitaba a la ilusión: los suplentes de River debían enfrentar a Independiente Medellín con el único objetivo de cumplir.
El 1-2 final describe a la perfección una noche mala del Millonario, donde lo único que vale resaltar fue la celebración por los 116 años de la institución.
El primer tiempo tuvo como un tibio protagonista al equipo de Gallardo: antes de los 5 minutos de la primera parte, Alario erró un penal que podía encaminar un encuentro, a priori, accesible.
El descanso trajo un cambio: Pity Martínez por Nacho Fernández, un movimiento que hacía pensar un triunfo inmediato. Pero…
Cinco minutos fatales liquidaron al Millonario: Hernández y Mosquera anotaron para poner al DIM 2-0 arriba de manera inmerecida.
La gran noche de Maxi Velazco hizo que no se convirtiera en goleada para la visita. Y ahí apareció el alma del equipo, que comenzó a empujar gracias a los ingresos de Driussi y Rojas.
Mina alcanzó el descuento que solamente decoró el marcador. El objetivo de River es claro: ganarle a Rosario Central para seguir prendido a la lucha por el campeonato.
Esto, por ahora, fue nada más un entrenamiento que nadie recordará.