Sin jugar bien, un River repleto de suplentes igualó con Emelec y se clasificó a octavos de final de la Copa Libertadores.
No era una noche más para los once jugadores que salieron a defender la camiseta de River: de habituales suplentes, se calzaron los disfraces de coperos y sacaron un punto que clasifica al Millonario a octavos de final de la Libertadores.
El partido no dejó mucha tela para cortar: los regresos de Larrondo, Lollo y Mina fueron lo más llamativo de una de las noches menos coperas de la historia reciente del club.
El gol de Mora, de penal, rompió una racha de más de un año del uruguayo sin poder convertir en el Monumental. Además, el palo le negó a Auzqui el tanto del triunfo, a minutos del cierre del encuentro.
La fría noche en el Monumental fue acalorada con el grito de guerra de las miles de almas riverplatenses que condimentaron el partido: “El domingo tenemos que ganar”.