River cerró el torneo con la misma magra imagen y con la misma figura destacada: Marcelo Barovero. El arquero fue el destacado de River en el campeonato y lo coronó en la última fecha.
Marcelo Barovero (6): Siempre seguro, tuvo mala suerte en el gol de Quilmes. Fue el mejor de River en el torneo.
Gabriel Mercado (4.5): Se proyectó con seguridad, flojo en la marca. Cerró un partido gris y se fue en el complemento cuando Ramón decidió apretar el acelerador.
Eder Alvarez Balanta (4): Demasiado sobrador. River pasa momentos de zozobra por su displicencia y esta vez no fue la excepción.
Germán Pezzella (5): Bien desde arriba, bartolero con la pelota al pie, pero tiempista y resolutivo.
Ramiro Funes Mori (5): Bien en la marca, sorprendió gratamente en ofensiva. Tuvo una clara con su pierna menos hábil y reventó el travesaño.
Carlos Carbonero (5): El gol lo salvó de una (otra) actuación deslucida y plagada de imprecisiones.
Matías Kranevitter (5): Correcto, lejos de sus mejores funcionamientos. Bien en la entrega, frágil en la contención.
Leonel Vangioni (4): Jugó como volante y no gravitó. Lejos de su mejor versión, se apagó con el correr de los minutos.
Manuel Lanzini (4): No conectó con los delanteros, no desequilibró con la pelota al pie y siempre chocó con sus imprecisiones. Otro mal partido del 10.
Sebastián Driussi (4): Tuvo dos clarísimas y las erró de manera increíble, sólo contra el arquero. Buenos movimientos, flojísimo de cara al gol.
Teófilo Gutiérrez (4): Demasiado retrasado. Cambió la variable en tramos cortos, pero nunca llevó ese aspecto al área rival.
Federico Andrada (5.5): Entró con mucha potencia y solvencia. Asistió de manera ejemplar en el gol. Fue clave su ingreso para someter al rival.
Leonardo Ponzio (5): Correcto. Se animó a hacerse dueño del mediocampo como en otras épocas. Si bien no alcanzó su imagen previa, colaboró con creces.
Martín Aguirre (5): Mucho vértigo pero sin precisión. Al menos, sirvió para contagiar al equipo.
Imagen: Nicolás Aboaf