Partícipe necesario en el gol, el colombiano ingresó y fue el mejor de River. Medio gol y su grito quedó ahogado en las manos de Migliore. Igualmente, el rendimiento fue mediocre.
Marcelo Barovero (6): Si no le patearon con peligro fue porque estuvo siempre un paso adelante de la jugada. Siempre seguro.
Jonatan Maidana (5.5): Bien como lateral. Si bien no es su puesto, cumplió en la marca y cerró el sector. No aportó en ataque.
Germán Pezzella (5.5): Firme de arriba para aguantar los pelotazos de Argentinos, solvente en la marca. Flojo con la pelota al pie.
Ramiro Funes Mori (5): Puro revoleo. Si bien aportó en la marca, fue de los más flojos de la última línea.
Leonel Vangioni (5): Más en la marca que en la proyección. Las situaciones de juego no le permitieron pesar en el área rival.
Juan Carlos Menseguez (4.5): Impreciso y sin determinación. Se perdió en el sector, no sumó en ninguna de las dos áreas.
Matías Kranevitter (6): Siempre es salida limpia, se aguantó el mediocampo en soledad y no pasó apremios.
Ariel Rojas (5): Impreciso. Su rol es aportar juego a los de arriba, ser nexo con los que deciden y, si falla, el resto también lo hace.
Manuel Lanzini (5): Chocó más de lo que jugó. Pidió siempre la pelota, intentó, pero no pudo pesar en lo individual ni en lo colectivo.
Sebastián Driussi (5): En la anemia de generación de juego, perdió. La pelota nunca le llegó limpia y por eso peleó más de lo que intentó convertir.
Teófilo Gutiérrez (5): Repartió juego, intentó de todas las formas, pero no pudo siquiera patear al arco. Hizo el trabajo sucio y le dio calidad a las participaciones ofensivas.
Carlos Carbonero (6.5): Fue partícipe necesario en el gol y sumó vértigo en un sector de la cancha que se había desperdiciado en el primer tiempo. Tuvo la más clara después del gol y se lo sacó Migliore.
Osmar Ferreyra (5): Mucho desgaste, poco aporte concreto. No cambió la variable.
Federico Andrada (5): Como siempre, más lucha que peligro en el área rival. Sumó velocidad en el tramo final, pero no pudo generar nada en ataque.
Imagen: Nicolás Aboaf