Luego de las desprolijidades en el canje vs Boca, miles de socios pasaron la madrugada frente a una computadora para conseguir una entrada.
De locos. De locos lo de los dirigentes, a los que no les queda otra que acatar la orden del Ministerio de Seguridad, que exige sí o sí que las entradas para socios se comercialicen a través del canje vía Internet. De locos porque manejaron muy mal la comunicación, olvidándose que hubo gente que literalmente no durmió con tal de estar en el Superclásico.
De locos lo de los hinchas, que fueron al trabajo con los ojos rojos de tanto mirar el monitor de su computadora esperando un OK de Livepass, una caricia que les confirme que el domingo estarán en el Monumental.
De locos las desprolijidades con el sistema cibernético, que tuvo que ser modificado para que todo se normalice, aunque el caos y la bronca no se quitan de un día para el otro.
De locos que muchos socios con la cuota al día tengan que leer en la pantalla que no estaban habilitados para reservar su boleto. Luego de escribir en un zócalo el número de DNI y el de asociado, el primer cartelito era elocuente. Y así el fastidio fue creciendo. Tanto que muchos asociados fueron a quejarse a la oficina de socios y tuvieron que reforzar la seguridad.
El reflejo del enojo se vio en las redes sociales. Bien vale la pena mostrar el sentir de muchos socios en Twitter:
Así y todo, miles de hinchas irán al Monumental a buscar su cartón magnético. Y así será hasta que el último afortunado pase por las boleterías estacionamiento, esas que están sobre la avenida Figueroa Alcorta. Porque el amor y la pasión por River pueden más.